Qué ver en Innsbruck: 10 lugares imprescindibles

Enclavada en los Alpes austriacos, en plena región del Tirol, Innsbruck es una ciudad especialmente conocida entre los amantes del esquí. Sin embargo, el encanto de su casco antiguo y su diversidad de edificios históricos lo convierten en un destino perfecto para cualquier viajero. Como su legado monumental es bastante desconocido, hemos querido recopilar en este artículo los lugares más bonitos que ver en Innsbruck.
A modo de itinerario sugerido, analizaremos sus iconos monumentales y descubriremos algunos planes interesantes en su centro urbano y en sus alrededores. ¿Comenzamos?
10 imprescindibles que ver en Innsbruck
1. Tejado Dorado
El Tejado Dorado o Tejadillo de Oro es el símbolo indiscutible de la ciudad, por lo que no podía faltar en esta lista de monumentos que hay que ver en Innsbruck. Se encuentra en el corazón del centro histórico y es el punto perfecto para empezar a explorar este destino.
Ubicado en la plaza principal, el Tejado Dorado tiene más de 500 años de historia y está considerado como una de las obras de arte más importantes del Tirol. Este bonito balcón, decorado con diferentes relieves y coronado por más de 2.000 azulejos dorados, fue encargado por el emperador Maximiliano I. Tanto él como su esposa, Blanca Maria Sforza, lo utilizaban para ver festivales, torneos y otros eventos que se organizaban en la plaza.
Ahora, el edificio alberga el Museo del Tejadillo de Oro, que se centra en la historia del emperador que lo encargó y custodia varios relieves originales.

2. Hofburg o Palacio Imperial
Al igual que Viena, Innsbruck cuenta con su Palacio Imperial. Se emplaza a escasos metros del Tejado Dorado y sus orígenes se remontan a la Edad Media. Pese a que el edificio ha vivido diferentes obras de rehabilitación, sus dimensiones son las mismas que las que tenía antaño.
Maximiliano I, María Teresa I de Austria y la propia Sissi Emperatriz han sido algunos de los personajes célebres que han pasado por estas estancias palaciegas. Toda una joya arquitectónica que rivaliza con el más famoso palacio Hofburg de Viena.
El monumento está abierto al público y, durante la visita, se puede conocer la Sala del Consejo, los apartamentos imperiales, la capilla y otros muchos espacios emblemáticos. La entrada está incluida en la tarjeta turística Innsbruck Card.

3. Torre de la Ciudad
Muy cerca del Tejado Dorado y el Palacio Imperial se encuentra la Stadtturm, la antigua Torre de la Ciudad, otro de los iconos que hay que ver en Innsbruck. Es uno de los mejores miradores del casco histórico y mide aproximadamente 31 metros de altura. Eso sí, para disfrutar de estas vistas hay que subir cerca de 140 escalones, pero merece mucho la pena.
Desde lo alto de la torre se puede admirar una perfecta panorámica de Innsbruck así como las majestuosas montañas Bergisel y Patscherkofel y el río Eno. Por todo esto, para disfrutar de una de las mejores vistas del casco urbano, recomendamos encarecidamente reservar la entrada a la Torre de la Ciudad.

4. Catedral de Santiago
La catedral de Santiago es el santuario más importante que hay que ver en Innsbruck. Tal es su belleza que, incluso, fue retratada por el famoso pintor Alberto Durero, uno de los artistas más reconocidos del Renacimiento alemán.
Este templo hunde sus raíces en el siglo XII y, desde entonces, ha formado parte de una de las rutas de peregrinación más importantes de la cristiandad: el Camino de Santiago. No obstante, el edificio que vemos en la actualidad corresponde a una reconstrucción del siglo XVIII, debido al derrumbe de la catedral anterior a causa de un terremoto.
La entrada al templo es totalmente gratuita y permite contemplar algunos de los frescos barrocos más bonitos de Austria. La visita permite ver además la tumba del archiduque Maximiliano III y el impresionante órgano de esta iglesia.
Por último, no podemos hablar de este templo sin citar uno de sus grandes tesoros, la Mariahilferglocke. ¿Sabíais que es la segunda campana más grande del Tirol? Por si esto fuera poco, la melodía del llamado carrillón de la paz suena cada jornada a mediodía, haciendo repicar a un total de 57 campanas. ¡Un sonido celestial!

5. Mariahilf
Cruzamos ahora el río Eno y, en su otra orilla, encontramos una bonita hilera de edificios de estilo gótico tardío en tonos pastel. Esta es la vista, protagonizada por uno de los barrios más antiguos de la ciudad, ofrece una de las estampas más famosas que hay que ver en Innsbruck.
Detrás de las casas se puede apreciar como la cordillera Nordkette se alza en el horizonte. La imagen es de lo más cautivadora. ¡Momento Instagram!

6. Maria Theresien Strasse
¿Pensando dónde hacer compras en Innsbruck? La calle Maria Theresien Strasse es la principal arteria comercial de la capital del Tirol austríaco. Está repleta de tiendas que se van extendiendo a lo largo de esta bonita avenida marcada por sus edificios barrocos, muchos de ellos con fachadas de atractivos colores. Por otra parte, es un lugar perfecto para hacer una pausa, pues es una zona donde proliferan las cafeterías con terrazas al aire libre.
La columna de Santa Ana, el Parlamento o el Arco del Triunfo son algunos de los iconos históricos que se extienden por esta calle. Por tanto, ya sea por sus tiendas, su restauración o sus monumentos, pasear por Maria Theresien Strasse es un plan obligado que hacer en Innsbruck.

7. Castillo de Ambras
El castillo de Ambras se asienta a unos 4,5 kilómetros del centro, pero está perfectamente conectado con transporte público. Este singular complejo renacentista está considerado como uno de los primeros museos del mundo. Su fundador, el archiduque Fernando II, convirtió varias de sus salas en una especie de exposición de sus colecciones personales. Nobles de diferentes partes del país y del mundo llegaban aquí deseosos de admirar sus numerosas armaduras, sus valiosos objetos de cristal, plata u oro y otras piezas naturales extrañas y exóticas.
El edificio que vemos hoy en día data del siglo XVI. Anteriormente, había sido una fortaleza medieval hasta que se rehabilitó para conseguir el aire renacentista que se puede apreciar actualmente. Destacamos especialmente su Galería de Retratos, que alberga cuadros de célebres artistas como Velázquez, Van Dyck o Rubens.
Como añadido, el acceso a este monumento resulta bastante económico. Para los interesados, dejamos a continuación en enlace directo para poder comprar los tickets:

8. Teleférico de Nordkette
¿Más que ver en Innsbruck? Aparte de la Torre de la Ciudad, existe otro popular mirador panorámico que deja con la boca abierta a todos sus visitantes. ¡Está a más de 2.300 metros de altura!
Hablamos de la cordillera Nordkette, que ofrece unas vistas de lo más espectaculares. Lo mejor de todo es que hay un teleférico que parte desde el centro de la capital del Tirol austríaco y lleva directamente hasta esta montaña. El trayecto es fácil y rápido. Admirar el paisaje durante el ascenso ya es una experiencia, pero una vez en la cima, el espectáculo visual es aún más impresionante. Si el día está despejado se puede incluso divisar la frontera con Italia y los picos del Parque Natural de Karwendel.
La subida hasta el mirador se realiza en realidad en tres tramos, dos de ellos en teleférico y uno en funicular. De esta manera se pueden visitar no uno, sino tres miradores: Hungerburg, Seegrube y Hafelakar. A medida que se asciende, las vistas van cambiando considerablemente, ofreciendo paisajes cada vez más salvajes y alejados de la civilización. ¿Ganas ya de comprar la entrada al teleférico de Nordkette?

9. Zoo Alpino de Innsbruck
Seguimos fijándonos en las montañas para explorar uno de los zoológicos más singulares del mundo, dedicado íntegramente a la flora y fauna alpinas. El Alpenzoo es el parque de estas características ubicado a mayor altitud de Europa. De hecho, se llega hasta él de forma curiosa, ya que está cerca de una de las primeras paradas del complejo de funiculares y teleféricos de Nordkette. Por supuesto, quien disponga de vehículo también puede ir hasta allí conduciendo.
Muchos de los animales que habitan en este zoo son especies protegidas o en peligro de extinción, como el majestuoso quebrantahuesos, uno de los buitres más grandes de Europa. Lobos, linces, águilas, osos pardos, venados o nutrias son otros ejemplares que podemos ver aquí.
Para visitar este zoológico, lo mejor es optar por el pack combinado que incluye la entrada al Alpenzoo y el funicular Innsbruck-Hungerburg.

10. Museo Swarovski
A finales del siglo XIX, a pocos kilómetros de Innsbruck, en la pequeña localidad de Wattens, se fundó la empresa Swarovski. Comenzó así la historia de estos famosos cristales archiconocidos en el mundo entero y vinculados especialmente con el sector de la alta joyería y otros productos de lujo.
Aunque su fábrica original no está realmente en la capital del Tirol, su cercanía la ha convertido en todo un imprescindible entre los viajeros que visitan esta región. El Swarovski Kristallwelten o Museo Swarovski es una exposición donde el cristal adquiere formas mágicas e inesperadas y con un enfoque histórico al pasado de la marca. Una recreación del Empire State Building de Nueva York, una gigantesca nube de cristal o el mismísimo zapato de Cenicienta están presentes en este gran espacio.
Para conocer este complejo, conviene reservar la entrada con antelación. Dejamos aquí dos recursos interesantes para ello:

Concluimos ya esta breve pero completa guía en la que hemos ido analizando los principales monumentos y lugares emblemáticos que hay que ver en Innsbruck. En caso de querer indagar más en los múltiples planes de este destino, aconsejamos consultar el catálogo actualizado de excursiones, visitas guiadas y actividades en Innsbruck que se ofrece en Civitatis.