Qué ver en Puerto Rico: 10 lugares imprescindibles de la isla

Entre el Caribe y el Atlántico, bañada de aguas turquesas y cubierta de selva tropical, se encuentra Puerto Rico. Una isla que vibra con música, sabor y alegría en cada rincón. En este post se encuentran los 10 lugares imprescindibles que ver en Puerto Rico, donde haremos un recorrido completo por su cultura y belleza. Y es que su mezcla de herencia indígena, africana y española ha tejido una identidad única, que se deja ver en su arte y su gente.
En sus pueblos late la nostalgia colonial, en sus montañas se respira la pureza de la selva tropical y en sus playas se refleja el paraíso. Viajar a Puerto Rico es sentir cómo el tiempo se detiene en medio del paraíso, para dejar espacio a la alegría, al color y a la vida en su forma más genuina. ¡Bienvenidos a la Isla del Encanto!
10 lugares que ver en Puerto Rico
1. San Juan
El primero de los imprescindibles que ver en Puerto Rico es su capital, una joya frente al Atlántico que combina historia y ritmo latino. Y es que San Juan seduce a primera vista con su mezcla de arquitectura colonial, playas urbanas y una energía que no descansa. Fundada en el siglo XVI, esta ciudad amurallada fue el corazón del imperio español en la región y aún conserva la esencia de aquellos días.
El Viejo San Juan es un auténtico museo al aire libre, donde las calles adoquinadas, las plazas y los floridos balcones parecen haberse detenido en el tiempo. Para conocer a detalle esta parte de la ciudad, realizar un tour por el Viejo San Juan es un viaje a través de siglos de historia entre fortalezas, murales y monumentos. Por su parte, un free tour por San Juan es la manera perfecta de empezar a conocer su atmósfera festiva en cada esquina.
Pero la capital no solo se vive a pie. Los amantes del mar pueden lanzarse a una aventura de snorkel en la playa del Escambrón, probar un bautismo de buceo en San Juan o recorrer la ciudad desde el agua con un tour en bicicleta acuática por la laguna del Condado. Por su parte, uno de los planes más originales que hacer en Puerto Rico es unirse a una clase de salsa puertorriqueña en San Juan. Se trata de una experiencia que se vive en una plaza al aire libre de la manera más auténtica.

2. Bosque Nacional El Yunque
Entre montañas cubiertas de neblina y el canto de las ranas coquí, se alza el Bosque Nacional El Yunque, uno de los lugares más asombrosos que ver en Puerto Rico. Situado en la región noreste de la isla, este enclave natural es el único bosque tropical lluvioso bajo el sistema del Servicio Forestal de Estados Unidos, y un refugio de biodiversidad de lo más diverso.
¿Qué tal suena una excursión al Bosque Nacional El Yunque? Es el plan perfecto para realizar una aventura de senderismo y descubrir sus secretos. Y es que El Yunque guarda más de 200 especies de plantas y animales. Muchas de ellas endémicas, como el diminuto coquí y el majestuoso loro puertorriqueño, símbolo inequívoco del espíritu isleño. Otras excursiones que completan la ruta en la zona natural son:
- Bosque Nacional El Yunque + Bahías bioluminiscentes.
- Excursión al Bosque Nacional El Yunque + Paseo en buggy por la playa Piñones.

3. Fajardo
Nos vamos al extremo noreste de la Isla del Encanto, donde se encuentra Fajardo, bañado en aguas turquesas y rodeado de cayos de ensueño. Sin duda, es uno de los lugares más encantadores que ver en Puerto Rico gracias a su apacible costa y rica biodiversidad marina. Fajardo es el punto de partida idóneo para explorar la bahía homónima en un paseo en barco privado, perfecto para disfrutar del sol y la brisa atlántica.
Los amantes del mar encontrarán en este destino un escenario del cual enamorarse. Y es que los arrecifes de coral en los cayos están llenos de vida. Albergan bancos de gran diversidad de peces, tortugas y mantarrayas. Practicar snorkel en Fajardo es de las mejores actividades que hacer en Puerto Rico debido a los exuberantes jardines subacuáticos y las aguas poco profundas de la zona.
Por su parte, los amantes de la adrenalina también tienen opciones. La conducción de lancha rápida en Fajardo ofrece una emocionante aventura. Con la velocidad del vehículo es posible alcanzar Icacos, las reserva naturales Arrecifes de la Cordillera o Cabezas de San Juan.

4. Cayo Icacos
Frente a la costa de Fajardo emerge Cayo Icacos, dentro de la Reserva Natural de las Cabezas de San Juan. Este pequeño islote deshabitado, de apenas un kilómetro cuadrado, es un santuario de aguas cristalinas y arenas tan blancas que parecen de mármol. Llegar hasta él a bordo de una excursión a Icacos en catamarán es, sin duda, una de las experiencias más inolvidables del Atlántico.
El ecosistema marino que rodea a Icacos se conforma por arrecifes de coral que sirven de refugio a peces loro, anguilas, tortugas carey y densos bancos de peces tropicales. En la superficie, la belleza es igualmente sobrecogedora. El horizonte se extiende en tonos turquesas y zafiro, el oleaje es suave y el viento trae el perfume singular del mar abierto. Cayo Icacos es el típico lugar que invita al silencio, al asombro y a la gratitud. ¡Un auténtico paraíso!

5. Playa Escondida
Entre los tesoros ocultos del Atlántico puertorriqueño, Playa Escondida deslumbra como un secreto bien guardado dentro de la Reserva Natural Corredor Ecológico del Noreste de Puerto Rico, en el municipio de Fajardo. Accesible únicamente a pie, por un sendero de unos 20 minutos que serpentea entre manglares, esta joya costera recompensa el esfuerzo con un escenario único. Es, sin duda, de las playas más bonitas que ver en Puerto Rico, un rincón donde la naturaleza se muestra en su forma más pura y salvaje.
Playa Escondida forma parte de un ecosistema protegido, refugio de aves migratorias, tortugas marinas y especies vegetales endémicas que florecen en equilibrio. Su tranquilidad es absoluta, ya que no hay chiringuitos, ni hoteles, ni carreteras cercanas. En una excursión a Playa Escondida, merece la pena ir preparados para pasar un momento totalmente desconectados.

6. Isla Culebra
En el extremo oriental de Puerto Rico, a unos 27 kilómetros de la costa principal, se alza Isla Culebra, de apenas 30 kilómetros cuadrados, que resguarda algunos de los paisajes más sublimes que ver en Puerto Rico. Su atmósfera tranquila y su ritmo pausado invitan a redescubrir la sencillez, entre extensas playas y callejuelas rodeadas de sencillas casas.
Culebra presume más de una decena de playas, entre ellas Flamenco, Tamarindo, Coronel y Zoni, consideradas entre las más hermosas del hemisferio occidental puertorriqueño. Sus arrecifes coralinos son un festival de peces tropicales, tortugas carey y mantarrayas. Practicar snorkel en Isla Culebra es sumergirse en un mosaico de color y movimiento que hipnotiza a todos.
La forma más cautivadora de llegar es con una excursión a Isla Culebra en catamarán, surcando el Caribe oriental. Y es que, este pequeño edén combina historia, belleza y sosiego en su pueblo y bancos de arena.

7. Vieques
Nos acercamos ahora al sureste de la Isla del Encanto. Allí, desde su costa, se llega a Vieques, parte de las Islas Vírgenes Españolas. Con una longitud de 33 kilómetros, este paraíso alberga inmaculadas playas, colinas y un pasado desde el tiempo de los indígenas taínos.
Tras ser usada para maniobras militares estadounidenses y años de lucha social, la isla de Vieques recuperó su territorio y se transformó en un santuario natural protegido. Y es que hoy, gran parte de Vieques pertenece al Refugio Nacional de Vida Silvestre, donde el entorno florece en libertad.
En su pequeño pueblo, Isabel Segunda, se respira una atmósfera apacible en sus casas de colores pastel, bicicletas apoyadas en las paredes y cafés junto al mar. Más allá del centro urbano, la isla despliega un repertorio de más de 40 playas, cada una con su propio carácter. Su panorama más impresionante se encuentra en la bahía Mosquito, famosa por su bioluminiscencia, un fenómeno natural que ocurre en pocas partes del mundo.

8. Ponce
Conocida como la Perla del Sur, Ponce es la segunda ciudad más grande que ver en Puerto Rico, una urbe de elegancia colonial y vitalidad cultural. Situada en la costa sur de la isla, frente al mar Caribe y rodeada por colinas onduladas, Ponce se alza como un museo viviente de arquitectura, historia y arte.
La ciudad floreció gracias al comercio del azúcar y al impulso artístico de sus habitantes. Hoy, su casco histórico es un tesoro de fachadas neoclásicas y Art Déco, balcones de hierro forjado y murales que relatan la identidad puertorriqueña con orgullo. Participar en una visita guiada por Ponce es sumergirse en un relato apasionante de esplendor y resiliencia.
Entre sus joyas más emblemáticas destacan la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, el Parque de Bombas, un ícono de color y memoria, y el Museo de Arte de Ponce, que alberga una de las colecciones más importantes del Caribe.

9. La Parguera
En el municipio de Lajas, en el suroeste de la isla, se encuentra La Parguera, un poblado pesquero convertido en uno de los destinos más singulares y fascinantes de Puerto Rico. Este enclave costero, rodeado por manglares, cayos y canales naturales, es célebre por uno de los fenómenos naturales más impresionantes del mundo. Para contemplarlo en todo su esplendor, lo mejor es embarcarse en un paseo privado por la bahía bioluminiscente. Es impresionante ver cómo millones de microorganismos convierten el agua en un lienzo luminoso al caer la tarde.
El entorno de La Parguera forma parte de la Reserva Natural de Lajas. Sus manglares, praderas marinas y arrecifes de coral albergan cientos de tortugas verdes, peces loro, delfines y aves migratorias que encuentran aquí un refugio seguro. Explorar este ecosistema a través del alquiler de kayak en La Parguera es una experiencia íntima. Con esta embarcación es posible internarse entre raíces que emergen del agua y desembocar en el Caribe.
También es recomendable disfrutar de una aventura de snorkel en La Parguera para descubrir más de cerca los jardines coralinos y cardúmenes multicolores en cadencia con el mar. . Los más aventureros pueden aventurarse más lejos y descubrir isla Magueyes Mata de la Gata, ideal para nadar o simplemente disfrutar del sol.

10. Cayo Caracoles
El último de los lugares imprescindibles que ver en Puerto Rico, pero no por ello, menos impresionante es Cayo Caracoles. Uno de los más bellos de la costa de La Parguera, que destaca como un auténtico edén marino y densa vegetación que emerge de aguas poco profundas y cristalinas. Su entorno está protegido por un vasto sistema de manglares rojos, blancos y negros que actúan como guardianes del ecosistema. De esta manera, ofrece refugio a tortugas marinas, estrellas de mar, peces y crustáceos.
Realizar una excursión privada a Cayo Caracoles permite acceder a su belleza sin interferir con el equilibrio natural del enclave. Desde el barco, el viajero puede sumergirse en las aguas tibias para nadar o practicar snorkel, observando de cerca los corales y los bancos de peces que pintan el paisaje submarino.

Mejor época para viajar a Puerto Rico
Las temperaturas cálidas en Puerto Rico permanecen durante todo el año. Eso sí, conviene tener en cuenta el patrón de fenómenos tropicales en la región al planear el viaje a la Isla del Encanto.
La mejor época para viajar a Puerto Rico dependerá de las preferencias de viaje y el presupuesto. Por ejemplo, la temporada seca, de diciembre a marzo, es ideal para disfrutar de la isla, ya que no hay precipitaciones que interrumpan los traslados, paseos en barco y el día en la playa. Sin embargo, durante estos meses los precios suben y los hospedajes suelen tener poca disponibilidad.
Por su parte, si lo que se busca es ahorrar dinero, la temporada de lluvia puede ser una opción. Esta va de abril a noviembre, con lluvias frecuentes y algunas tormentas por las tardes.
Durante los meses de agosto a octubre es, en definitiva, la temporada de huracanes y la época en que menos personas viajan a Puerto Rico. Es cierto que los precios suelen ser los más favorecedores, pero las probabilidades de cancelaciones de actividades y cierres de carreteras, aumentan.

Cómo moverse
Sin duda, saber cómo moverse en Puerto Rico es parte de la aventura. La forma más práctica de recorrer los sitios es alquilar un coche, ya que muchas de las playas, parques naturales y pueblos se encuentran alejados de los centros urbanos. Esto puede complicar conseguir transporte público disponible, ya que tienen horarios cambiantes y operan solo en ciertos días.
En las principales ciudades, como San Juan, existen autobuses públicos y taxis, aunque su frecuencia puede ser irregular. Para quienes buscan comodidad y puntualidad, reservando traslados en Puerto Rico, se puede asegurar un servicio privado o compartido con conductores locales, ideal para ir del aeropuerto al hotel.
También es posible moverse en ferry hacia algunas islas, una travesía que ofrece vistas espectaculares del Caribe. En zonas costeras y turísticas, los paseos en catamarán, bicicleta acuática o kayak se convierten en experiencias de transporte y disfrute al mismo tiempo.

Ahora que ya sabemos qué ver en Puerto Rico, toca lo mejor: ¡salir de viaje! La Isla del Encanto se disfruta bailando con desconocidos en una plaza, transitando en una carretera que huele a sal y descubrir que el mar tiene más tonos de azul de los que uno imaginaba.
Entre un chapuzón, un paseo y una charla con los locales, la isla se revela como un lugar donde cada día tiene ritmo propio, y cada rincón parece invitar a quedarse un poco más. Para ello, lo mejor es darle un vistazo al catálogo de tours, actividades y visitas guiadas en Puerto Rico de Civitatis, que transforma cualquier viaje en una aventura inolvidable. ¡A enamorarnos del encanto boricua!