Qué ver en Sofía: 15 imprescindibles de la capital de Bulgaria
Baños termales, parques llenos de vida, monumentos, palacios, mercados tradicionales… Pronto nos daremos cuenta que hay mucho por descubrir cuando buscamos qué ver en Sofía. Y es que la capital de Bulgaria, es una de esas joyas europeas que sorprende a todo aquel que la visita.
Ubicada en el corazón de la península balcánica y a los pies de la montaña Vitosha, esta metrópoli nos invita a adentrarnos en su crisol de culturas, donde aún permanecen las huellas del Imperio Romano, el esplendor bizantino y la influencia otomana. Caminar por sus callejuelas es encontrarse con arquitectura clásica y brutalismo soviético en sus templos dorados y monumentos. Además, no hay quien no se enamore de la atmósfera relajada en sus terrazas. ¿A qué esperáis para descubrir Sofía?
1. Catedral de Alejandro Nevski
Arranquemos con el monumento más emblemático que ver en Sofía: sin lugar a dudas, la Catedral de Alejandro Nevski. Este templo ortodoxo fue levantado en honor al legendario príncipe ruso que liberó a Bulgaria del Imperio Otomano en el siglo XIII. Se trata de un inequívoco símbolo de la fe y resistencia búlgara y su ornamentada arquitectura os dejará sin aliento.
Al acercaros a la edificación, quedaréis sobrecogidos por las enormes cúpulas doradas que la coronan. Y es que es uno de los templos más bonitos del mundo, no solo por su exterior, sino por la riqueza que resguarda entre sus muros. En su interior se esconde una atmósfera profundamente mística, que se crea gracias a la iluminación tenue de los candelabros que contrastan con los detalles que parecen obras de arte en el techo y columnas. Para conocer a profundidad la historia y significado de la catedral, lo ideal será uniros a un free tour por Sofía, donde podréis descubrir la rica herencia de este recinto.
2. Las iglesias de Santa Sofía y San Nicolás
La iglesia de Hagia Sofía o Santa Sofía, erigida por el emperador Justiniano de la época bizantina, es un imprescindible que ver en Sofía. Su arquitectura destaca por sus bóvedas de cañón, frescos y mosaicos que decoran su interior. Además, el edificio ha sido objeto de varias transformaciones por siglos, pasando de iglesia a mezquita y después, museo. En la actualidad, es un punto clave para todo aquel que desee entender la historia religiosa y cultural de Sofía.
Por su parte, la iglesia de San Nicolás de Mira, conocida popularmente como la “Iglesia Rusa” constituye toda una digna representación de la arquitectura neorrusa. Como no podía ser de otra manera, se encuentra coronada por detalladas cúpulas doradas y coloridos vitrales en sus laterales. Ambas iglesias son parte del rico patrimonio de la ciudad y son perfectas para incluirlas en un tour nocturno por Sofía, cuando sus fachadas se iluminan y crean una atmósfera mágica.
3. Palacio Real de Sofía
¿Os preguntáis cuál es el mayor símbolo de elegancia de Sofía? Pues se trata del Palacio Real de Sofía, una larga edificación de dos niveles, construido en el siglo XIX sobre los restos de una antigua residencia otomana. Sus muros albergaron la vivienda de los monarcas búlgaros hasta la abolición de la monarquía en 1946.
Hoy en día, a pocos pasos del Palacio Real también se encuentra la Galería de Arte Nacional de Bulgaria, donde se expone una colección de creaciones artísticas búlgaras y europeas. Además, en los alrededores de estos dos icónicos recintos, los jardines reales ofrecen un especio relajante para pasear, con una plataforma de observación que permite admirar la majestuosidad del sitio. Durante una visita guiada por Sofía, este paraje histórico es una parada obligatoria para descubrir la historia y arquitectura barroca y neoclásica de la capital búlgara.
4. Palacio Presidencial de la República de Bulgaria
El Palacio Presidencial de Buglaria, con su arquitectura neoclásica, es uno de los puntos más fotografiados y emblemáticos que ver en Sofia. Su construcción data de la época comunista del país, aunque en la actualidad es representativa de la democracia búlgara. Si queréis seguir descubriendo más sobre esta época, no os perdáis este tour por la Sofía comunista.
Frente a su fachada, es posible observar la ceremonia de cambio de guardia, que tiene lugar cada hora y es una de las atracciones más llamativas de la ciudad.
Uno de los puntos destacados de este sitio es su ubicación, junto frente a la iglesia o rotonda de San Jorge y las ruinas de la antigua Serdica, la ciudad romana sobre la que se levantó la actual capital de Bulgaria. Si queréis conocer a fondo la historia de este sitio, podéis incluirlo en un tour privado por Sofía, el cual es personalizable y permite adaptar el itinerario a vuestro gusto. Además, desde allí se pueden observar el icónico bulevar Vitosha.
5. Palacio Nacional de la Cultura
Pues vamos de un palacio a otro, y ahora nos encontramos frente a uno que no solo sorprende por su arquitectura, sino también por su entorno. El Palacio Nacional de la Cultura se ubica justo delante de la extensión del parque central, un sitio ideal para pasear, descansar y disfrutar del sonido del agua de las fuentes NDK, que en la noche se iluminan en un espectáculo de colores. Un poco más, allá se levanta en monumento a El León que rinde homenaje a la valentía y el espíritu búlgaro.
Como podéis imaginar, este recinto es el centro cultural más grande del país y un auténtico imán para viajeros. Y es que su estructura brutalista alberga las más importantes exposiciones, ferias, espectáculos y conciertos para la vida moderna de la capital.
6. Mezquita Banya Bashi
Ya sea por su polémica, historia o arquitectura, la mezquita Banya Bashi es uno de los puntos más emblemáticos que ver en Sofía. Este templo otomano destaca por su abrumadora cúpula de 15 metros de diámetro y el esbelto minarete, que se levanta sobre los edificios circundantes.
Lo más curioso de Banya Bashi es que la edificación se construyó sobre unos tradicionales baños termales de Sofía. Aún hoy, si os fijáis bien, podréis ver vapor escapando por algunas rendijas de los muros. Curioso, ¿verdad? Aunque en la ciudad llegó a tener más de 70 mezquitas, hoy esta es la única que sigue en funcionamiento al culto islámico. Pasaremos por este punto en el tour nocturno por Sofía con cena. ¿Os apuntáis?
7. Mercado central de Sofía
Cruzando la calle desde la mezquita, encontraréis el mercado central de Sofía. Un tradicional complejo comercial con los productos más auténticos del país, como la mastika, sirene, kashkaval o la lukanka. ¿Os preguntáis de qué se tratan estos exóticos nombres? Solo visitando este mercado lo descubriréis, ya que es un lugar ideal para degustar lo más delicioso de la gastronomía búlgara.
Su elegante fachada neo renacentista, engalanada con detalles árabes y un reloj en su torre central, lo destaca como uno de los edificios más llamativos del centro de Sofía. Este mercado cubierto fue diseñado para ser un espacio ordenado y limpio en contraste con los antiguos mercados al aire libre.
8. Mercado de las mujeres
Si de mercados hablamos, el popular Zhenski Paza o rl mercado de las mujeres, es uno de los espacios más vibrantes de Sofía y en donde se respira la más auténtica idiosincrasia sofiota. Se encuentra a 500 metros del mercado central, y es un espacio caótico donde los puestos ofrecen frutas, verduras, especias, hierbas y otros productos a precios negociables.
Aquí, pareciera que el regateo es una norma y el ambiente bullicioso refleja la cara más auténtica del comercio callejero búlgaro. Además, sus orígenes se remontan al siglo XIX y desde sus inicios se ha caracterizado por su diversidad cultural. Sus tenderetes, muchos de ellos propiedad de personas del interior de Bulgaria, son puestos improvisados con un ingenio de lo más peculiar.
9. Baños centrales de Sofía
Si hay un lugar que ver en Sofía para comprender sus históricas aguas termales, ese es la Casa de los Baños o los Baños Centrales de Sofía. Se trata de un edificio erigido en 1906 sobre los restos de antiguos baños turcos. La edificación tiene coloridas fachadas y ornamentos con toques bizantinos y ortodoxos.
En su mejor época, los baños fueron un punto de encuentro para lugareños y visitantes en busca de reajación y bienestar. En su interior se encontraban unas piscinas cubiertas y diversas salas para tratamientos que funcionaron hasta el año 1986. A pesar del paso del tiempo y su período de abandono, aún brota agua termal en la fuente situada frente al edificio. Muchos son los que acuden allí con botellas para llevarse a casa este recurso natural. Además, la edificación ahora alberga el Museo de Historia Regional de Sofía.
10. Teatro Nacional Ivan Vazov
Situado frente a una amplia plaza con extensas fuentes, el Teatro Ivan Vazov invita a hacer una pausa y disfrutar de su esplendor. Es el recinto cultural más prestigioso y antiguo de Bulgaria que destaca por su fachada neoclásica. En el frontón principal se encuentra la imagen de Apolo, dios de las artes, que se alza rodeado de musas, simbolizando la creatividad que reside en sus muros.
Sin embargo, para ser lo que hoy es, su pasado no estuvo exento de dificultades. Durante el bombardeo de Sofía en la Segunda Guerra Mundial se dañó gravemente devastando gran parte. Como era de esperarse, fue reconstruido con esmero y se le otorgó su gloria, reabriendo sus puertas en 1945. Desde entonces, es un pilar cultural y arquitectónico de Sofía.
11. Bulevar Vitosha
El bulevar Vitosha es la principal calle peatonal de Sofía que se extiende desde la plaza San Nedelya hasta el Parque Sur en el corazón de la ciudad. Esta arteria urbana se encuentra flanqueada por elegantes edificios de principios del siglo XX que narran la transformación de la metrópoli a lo largo del tiempo.
Desde allí, se obtiene una panorámica del monte Vitosha, que se alza al fondo de la avenida y recuerda la conexión de la ciudad y la naturaleza. También hay importantes monumentos como la catedral de Sveta-Nedelya que marca el final de la calle. En su extensión, el visitante se adentra en una gran oferta de terrazas, boutiques de prestigiosas marcas y joyerías. Y una vez hayáis recorrido esa zona, no hay mejor plan que apuntarse a un tour de fiesta por Sofía. ¡Perfecto para conocer la vida nocturna de la ciudad!
12. Museo Arqueológico Nacional de Bulgaria
Su inauguración sucedió en 1905 después de más de 10 años de lucha por su establecimiento dentro del movimiento de la Liberación de Bulgaria. Como veis, ya desde sus orígenes, el Museo Arqueológico Nacional estaba cargado de importancia y simbología para el país y su identidad. El primer nombre que tuvo fue “Museo-templo de la patria” y albergaba pocos objetos etnográficos encontrados en el territorio de Sofía.
Más tarde, la Sociedad Etnográfica de Bulgaria se une a la labor del museo y tras la Segunda Guerra Mundial, empiezan a organizar varias expediciones arqueológicas por todo el país. En pocos años la colección expositiva aumenta considerablemente. Uno de los aspectos que más destaca es que en los últimos años las exposiciones cuentan con pantallas interactivas y aplicaciones móviles con explicaciones de las piezas expuestas.
13. Museo Nacional de Historia de Bulgaria
Si nos vamos al extremo suroeste de la capital búlgara, nos encontraremos con el Museo Nacional de Historia. En sus salas se encuentran diversas exposiciones con objetos que datan desde el siglo III a. C. hasta la liberación de 1878. Durante la visita, se puede contemplar una de las colecciones más importantes de los Balcanes. Desde objetos de la prehistoria hasta artefactos de la Bulgaria medieval, cada pieza narra un fragmento de la herencia del país.
En sus vitrinas se encuentra el oro de los tracios, un pueblo cuyos gobernantes dejaron como legado piezas de orfebrería. También se expone el popular tesoro de Panagyurishte, un conjunto ceremonial de nueve recipientes de oro de 23 quilates con una serie de detalles de deidades y héroes de la mitología griega. ¡Una auténtica riqueza búlgara!
14. Iglesia de Boyana
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, la iglesia ortodoxa de Boyana sorprende con su estructura de ladrillo y piedra, que esconde en su interior un tesoro artístico invaluable. Su pasado es tan extenso que su construcción sucedió en tres etapas entre los siglos X y XIX. Su parte más antigua es un pequeño templo de dos pisos, con ampliaciones en el siglo XIII y nuevamente en el siglo XIX. Pero, ¿cómo un recinto de minúsculas dimensiones tomó tanto tiempo? Una de las respuestas más prontas es que se debe a sus meticulosos detalles artísticos en el interior.
Prueba de ello, son los frescos considerados una auténtica obra de arte del arte medieval europeo. Estos frescos de Boyana recrean escenas religiosas con una expresividad y formas inusuales para la época. Además, se consideran una de las primeras creaciones del Renacimiento en el viejo continente. Entre las más destacadas están los retratos del zar Constantino I y la zarina Irina, en un estilo totalmente realista. ¡Sin duda de lo mejor que ver en Sofía!
15. Monasterio de Rila
Nos movemos ahora hasta el corazón de las montañas de Rila, donde se alza uno de los templos religiosos más impresionantes de Bulgaria: el monasterio de Rila. Este icónico complejo monástico no solo es un importante centro espiritual, sino también un símbolo de identidad búlgara protegida por la Unesco bajo la declaración de Patrimonio de la Humanidad.
Se trata de una estructura fortificada de cuatro niveles, con unos 300 aposentos distribuidos alrededor del gran patrio central. En sus instalaciones destaca la iglesia de Santa María della Dormmizione, cubierta por pinturas de Zaharij Zograf y otros artistas nacionales. Además, se pueden apreciar en sus muros diversas escenas bíblicas y más allá, la torre de Hrelio, la parte más antigua del monasterio.
Lo mejor será uniros a un tour por el monasterio de Rila para descubrir cada rincón del lugar, desentrañando su historia y legado. Para una experiencia aún más completa, esta excursión con una parada en la cueva de Ivan Rilski ofrece la oportunidad de adentrarse en la gruta natural donde el santo pasó años en retiro espiritual.
La región montañosa que custodia este templo es tan fascinante que alberga más paisajes naturales. Por ello, también podréis realizar una ruta de senderismo por los Siete Lagos de Rila en la que es posible tener las mejores vistas del Parque Nacional de Rila.
Qué ver cerca de Sofía
Sofía es también el punto de partida ideal para descubrir destinos cercanos a los alrededores. Con diversas excursiones desde Sofía, podréis explorar cómodamente ciudades históricas, parajes naturales y hasta cruzar fronteras para conocer otra cultura.
Lovech
Con su encantador casco antiguo, popularmente conocido como Varosha, este pequeño pueblo medieval es un auténtico viaje en el tiempo. Con una excursión a Lovech y las cataratas de Krushunski recorreréis las casas típicas del renacimiento búlgaro, su fortaleza de Hisarya y la red de puentes de madera que serpentean el follaje alrededor de las caídas de agua. ¡Un destino de ensueño!
Plovdiv
Una de las mejores opciones es realizar una excursión a Plovdiv, la segunda ciudad más grande de Bulgaria y una de las más históricas de Europa. Sus callejuelas del centro serpentean entre casas renacentistas búlgaras, mientras que el Teatro Romano, aún en funcionamiento, es un auténtico viaje en el tiempo. Durante vuestra visita, no dejéis de subir a las partes altas de la ciudad, ya que la ciudad se construyó entre siete colinas. Esto la dota de un encanto paisajístico único.
Las rocas de Belogradchik y su fortaleza
Para los amantes de la naturaleza, la excursión a las rocas de Belogradchik y su fortaleza es una de las mejores experiencias en el país. Estas formaciones rocosas, moldeadas por la naturaleza y el tiempo, custodian un fortín romano que data del siglo I. Esta estructura protegía y controlaba todo movimiento que ocurría en la carretera cercana y fue uno de los bastiones más importantes de la zona.
Skopje
¿Y si salimos un poco de Bulgaria y nos unimos a esta excursión a Skopje? ¡Suena a planazo! Os proponemos un emocionante viaje a la capital de Macedonia del Norte, una ciudad con una relación estrecha e histórica con Bulgaria. Skopje fusiona lo antiguo y lo moderno con su casco histórico otomano, los edificios a la orilla del río Vardar y la fortaleza de Kale, mientras que su arquitectura contemporánea, se engalana con plazas renovadas y estatuas monumentales. ¡Pues agregamos un nuevo país a la lista!
Pues ya lo veis, viajar a Sofía es sumergirse en una ciudad llena de rincones que os transportarán a diferentes épocas en la historia de la península balcánica. La respuesta a la interrogante sobre qué ver en Sofia, va más allá de los monumentos, plazas y museos. Y es que la capital búlgara se vive a través de su gastronomía, su gente y su ambiente relajado. Para aprovechar al máximo vuestra estancia, podréis optar por tours, visitas guiadas y excursiones en Sofía que os permitirán conocer con mayor profundidad su encanto e idiosincrasia. ¿Nos permitimos enamorarnos de Sofía?
