Excursión a las Rías Baixas, isla de Arosa y Combarro en grupo reducido

Itinerario

A la hora indicada nos encontraremos en el número 12 de Rua dos Bautizados. Desde este punto pondremos rumbo a Padrón, conocida como la puerta de entrada a las Rías Baixas y cuna de leyendas jacobeas. Cuenta la tradición que aquí arribó la barca que transportaba los restos del apóstol Santiago, amarrada al célebre “pedrón” que todavía se conserva en la iglesia de Santiago.

Iniciaremos paseando por Padrón durante media hora, donde caminaremos por la Alameda, donde nos recibirán las estatuas de dos gigantes de la literatura gallega: Rosalía de Castro y Camilo José Cela, ambos hijos ilustres de la villa.

Seguiremos hacia el sur hasta alcanzar la ría de Pontevedra, la más pequeña pero también una de las más pintorescas de las Rías Baixas. Allí nos espera Combarro, un auténtico museo al aire libre donde los hórreos gallegos se alinean junto al mar y las callejuelas empedradas respiran tradición marinera. Os daremos tiempo libre para comer o, si lo deseáis, dar un paseo en barco por la ría con una degustación de mejillones.

¿Seguimos? El próximo destino será la isla de La Toja, célebre por su tradición jabonera y su capilla de las Conchas. Tras contemplar el sosegado paisaje, viajaremos a Cambados, capital del vino Albariño y villa de señoríos. Aquí también os daremos tiempo libre para descansar o pasear por sus callejuelas.

La jornada continuará en la isla de Arousa, una joya de arena blanca y apacible mar, donde podréis daros un baño, refrescaros con una bebida en el puerto o pasear por sus senderos costeros. 

Finalmente, emprenderemos el viaje de regreso a Santiago de Compostela, donde nos despediremos en el punto de encuentro inicial tras 10 horas de excursión.

Paseo en barco con degustación de mejillones

Si lo deseáis, podéis completar vuestra experiencia con un paseo en barco por las Rías Baixas. Durante esta travesía de una hora y cuarto, contemplaréis las bateas donde se crían los mejillones. ¿Lo mejor? El paseo en barco incluye una degustación de mejillones con vino de la tierra o refrescos, según prefiráis. Quienes decidan no tomar el barco, tendrán tiempo libre para seguir explorando Combarro.