Los 12 castillos del Loira más bonitos
Leonardo da Vinci, Francisco I, Catalina de Médici… El Renacimiento francés no se entendería sin alguno de estos personajes, principales protagonistas de los castillos del Valle del Loira. Esta zona del centro y el oeste del país, declarada Patrimonio de la Humanidad, alberga más de 300 palacios y fortalezas en los que el arte, la arquitectura y el paisajismo se dan la mano para crear lugares que más bien parecen sacados de un cuento de hadas.
Sin embargo, no todo es color de rosa. En estas antiguas residencias de los monarcas franceses hubo intrigas, conspiraciones, traiciones, luchas de poder y un sinfín de disputas más parecidas a Juego de Tronos que a Disney. Para descubrir todos estos lugares, lo más recomendable es planificar una ruta por los castillos del Loira, ya sea a pie, en coche, en tren o en bicicleta.
Castillos del Loira de visita imprescindible
1. Chambord, el gran sueño de Francisco I
Toda ruta que se precie por los castillos del Loira ha de comenzar, inevitablemente, en Chambord. Este palacio no se entendería sin la figura de Francisco I, el monarca más representativo del Renacimiento francés. Este rey transformó un antiguo pabellón de caza situado a las afueras de Blois en una residencia regia de primer orden. Los soberanos franceses de épocas posteriores también fueron dotando a este lujoso lugar de su sello personal, como queda patente en los aposentos de Luis XIV.
No obstante, en este castillo hay un elemento arquitectónico que destaca por encima del resto. Se trata de la escalera helicoidal de Chambord. Aunque no está probado del todo, la leyenda atribuye el diseño de esta obra al mismísimo Leonardo da Vinci. Y es que el polímata toscano pasó sus últimos años de vida residiendo en la corte francesa de Francisco I.
La entrada al castillo de Chambord permite acceder no solo a sus pintorescas estancias, sino también a sus cuidados jardines de estilo francés.

2. Chenonceau, el castillo de las Damas
Si Chambord está ligado a Francisco I y Leonardo da Vinci, dos personajes masculinos, Chenonceau está vinculado a tres poderosas reinas y duquesas renacentistas. Se trata de Catalina de Médici, Diana de Poitiers y Luisa de Saboya. Las tres dejaron su impronta en este palacio, conocido por ello como el castillo de las Damas.
Una de las salas más espectaculares de esta mansión de origen medieval es el salón de baile de Catalina de Médici. Esta amplia galería se sustenta sobre los arcos del castillo que, a semejanza de un puente, cruzan el río Cher. ¿El resultado? Una de las postales más hermosas e icónicas del centro de Francia.
Debido a su gran popularidad, suelen formarse largas colas en sus taquillas, especialmente en fechas señaladas como fines de semana, puentes y días festivos de Navidad y verano. Por ello, resulta recomendable adquirir la entrada al castillo de Chenonceau con antelación.

3. Villandry, una de las joyas del Valle del Loira
Si se quiere visitar varios castillos del Loira en transporte público, sin necesidad de utilizar el vehículo privado, una buena opción es alojarse en Tours. Esta ciudad del centro de Francia, que se puede descubrir a través de este free tour por Tours, está muy bien conectada por tren con las estaciones de Chenonceaux, Amboise y Blois-Chambord. En los tres casos, los trayectos apenas superan los 40 minutos. También cuenta con bastante frecuencia de autobuses que conectan con la localidad de Villandry.
Los amantes de la jardinería y el paisajismo seguro que disfrutan en este municipio, ya que el castillo de Villandry alberga uno de los jardines más bonitos del Valle del Loira. Sus fuentes, canales, estanques, parterres con flores y setos distribuidos en forma de laberinto hacen de este antiguo palacio renacentista un lugar excepcional.
La excursión a Villandry y Azay-le-Rideau desde Tours permite conocer en un solo día estas dos joyas arquitectónicas.

4. Azay-le-Rideau, un castillo en una isla fluvial
Un poco más al sur de Villandry se encuentra el castillo de Azay-le-Rideau, que tiene como particularidad el estar construido sobre una isla fluvial del río Indre. Esta imponente residencia fue mandada construir por el antiguo tesorero de Francisco I y alcalde de Tours, Gilles Berthelot. Sin embargo, una de las estancias más bonitas del castillo no lleva su nombre, sino la de su esposa. Se trata del dormitorio de Philippe Lesbahy, decorada con un refinadísimo gusto.
Otra estancia de visita obligada es la alcoba del Marqués de Biencourt, cuyo mobiliario resume a la perfección cómo eran las artes decorativas de los siglos XVIII y XIX.
Tanto la habitación de Lesbahy como la de Biencourt están incluidas en la entrada al castillo de Azay-le-Rideau.

5. Blois, la residencia favorita de Luis XII
Desde Tours, hay apenas media hora de trayecto en tren hasta la estación de Blois-Chambord. El castillo de Blois se encuentra a solo 10 minutos a pie de esta terminal ferroviaria. Por tanto, es uno de los palacios con mejor comunicación en transporte público de todo el Valle del Loira.
Esta elegante residencia regia permite descubrir la historia de cuatro grandes épocas de Francia, desde la Edad Media hasta el siglo XVII. Estos periodos se resumen a la perfección en estos cuatro espacios de Blois: la fortaleza medieval (del siglo XIII), el ala gótica de Luis XII (del siglo XV), el ala renacentista de Francisco I (del siglo XVI), y el ala clásica de Gastón, duque de Orleans (del siglo XVII).
La arquitectura exterior del monumento destaca aún más y brilla con luz propia en el espectáculo de luz y sonido en el castillo de Blois.

6. Amboise, el lugar de reposo de Leonardo da Vinci
Luis XII de Francia introdujo la decoración renacentista en el castillo de Amboise, un precioso palacio de origen medieval situado en una colina sobre el cauce del río Loira. No obstante, fue su sobrino y sucesor, Francisco I, quien siguió dotando a la residencia de un toque muy particular de distinción, elegancia y ostentación de poder.
Como gran amante de las artes que era, Francisco I invitó a su corte francesa a una de las mentes más ingeniosas y lúcidas de su tiempo. Por este motivo, la capilla de San Huberto, en el Castillo Real de Amboise, alberga la tumba de Leonardo da Vinci. El acceso a su lugar de reposo está incluido en la entrada al castillo de Amboise.
El polímata florentino residió en un palacio que también se encontraba en la localidad de Amboise, y que se puede visitar comprando esta entrada al castillo de Clos Lucé.

7. Chaumont-sur-Loire, una mezcla perfecta de arquitectura medieval y renacentista
Situado a medio camino entre Amboise y Blois, y fácilmente accesible en tren desde Tours, el de Chaumont-sur-Loire es uno de castillos del Loira más completos. ¿El motivo? Su combinación perfecta entre arquitectura medieval y renacentista.
La historia del castillo puede resumirse también en una historia de rivalidades. Tras la muerte de Enrique II, Catalina de Médici no soportaba ver a Diana de Poitiers en posesión de Chenonceau. Por ello, le propuso un trato: intercambiar el castillo de las Damas por el de Chaumont.
La habitación de la reina Catalina de Médici y la alcoba de Cosimo Ruggeri, el astrólogo de la monarca, se pueden visitar con esta entrada al castillo de Chaumont-sur-Loire. Este ticket también permite acceder a la Sala del Consejo, que alberga el Tapiz de los Planetas y de los Días.

8. Cheverny, el castillo de Tintín y el capitán Haddock
Los amantes de los cómics seguro que disfrutan visitando el castillo de Cheverny. Este palacio inspiró al dibujante belga Hergé para diseñar Moulinsart, el palacio en el que viven Tintín y su inseparable amigo, el capitán Haddock.
De hecho, el castillo alberga una exposición permanente dedicada a las aventuras de Tintín, llamada Les Secrets de Moulinsart. Esta muestra recrea lugares tan emblemáticos de las historietas de Hergé como el laboratorio del profesor Tornasol, la habitación de Tintín o el comedor de Moulinsart.
La excursión a los castillos del Loira desde París incluye la visita a los palacios de Cheverny, Chenonceay y Chambord.

9. Nantes, el castillo de los duques de Bretaña
Situado en la orilla derecha del río Loira, el castillo de los duques de Bretaña alberga en la actualidad la sede del Museo de Historia de Nantes. Su colección permanente reúne una interesante colección que repasa el pasado de la ciudad, poniendo especial énfasis en su relación con el río y en su pasado industrial.
Además, es posible visitar otras destacadas salas del castillo, como la torre de la Corona de Oro. Desde el exterior también se puede ver otras atalayas, como las torres de la Panadería, de la Palanca y de los Jacobinos.
El castillo de los Duques de Bretaña es el punto de partida de este free tour por Nantes. Otra buena opción para visitar el monumento es reservar el Pass Nantes, la tarjeta turística de la ciudad.

10. Langeais, uno de los castillos del Loira favoritos de Ricardo Corazón de León
Ubicado a media hora en tren desde Tours, el castillo de Langeais es una obra maestra de la Edad Media. En la época de dominación de la dinastía de los Plantagenet, la fortaleza es ampliada por Ricardo Corazón de León. ¿El resultado? Una combinación perfecta de baluarte militar y residencia palaciega.
Lo que más llama la atención es su fachada medieval de torreones redondos. Además, el castillo se encuentra en la zona con mayor concentración de restaurantes de Langeais. Por ello, tras visitar la fortaleza, merece la pena probar algunos de los platos y vinos autóctonos del Loira.
Esta excursión de 2 días al Mont Saint-Michel y castillos del Loira desde París incluye el castillo de Langeais entre sus principales paradas.

11. Saumur, un castillo rodeado de viñedos
Además de por sus castillos, el centro-oeste de Francia también destaca por los viñedos del Valle del Loira. El castillo de Saumur se encuentra muy próximo a estos cultivos de vides, en una de las zonas con mayor producción vitivinícola del país galo.
Tras visitar uno de los viñedos de Saumur, merece la pena acercarse hasta el castillo para conocer su pasado militar. Y es que esta fortaleza fue usada como cuartel. También fue empleada como prisión estatal desde la época de Luis XIV hasta el gobierno de Napoleón Bonaparte.
Una buena opción para contemplar la arquitectura del castillo y los viñedos del Loira que rodean la fortaleza es hacer este tour en moto con sidecar.

12. Chinon, la Fortaleza Real del Valle del Loira
Desde Saumur, apenas hay 40 minutos en coche hasta la Fortaleza Real de Chinon. Este castillo está situado en la ribera del río Vienne, uno de los principales afluentes del Loira.
Si los muros del castillo de Chinon pudieran hablar, contarían que en esta Fortaleza Real se han alojado Juana de Arco, Leonor de Aquitania, Carlos VII y otros destacados personajes de la Historia de Francia.
La fortaleza constituye un gran conjunto monumental formado por tres espacios: el Fort Saint-Georges, el Château du Milieu y el Fort du Coudray. Todos ellos se pueden visitar reservando esta entrada a la Fortaleza Real de Chinon.

También otras opciones para visitar la fortaleza, como esta excursión a Chinon y bodegas del Loira desde Tours o este tour privado en moto con sidecar por Chinon.
Fortalezas reales, castillos de damas y príncipes, palacios renacentistas, extensos viñedos… Hay numerosos planes que hacer en el Valle del Loira. Visitar esta zona del corazón de Francia solo tiene un problema: quien la descubre por primera vez, al poco tiempo quiere volver.