Moulin Rouge, entre arte, cine y realidad

El Montmartre es uno de los rincones con más encanto y de los más visitados de París
. A los pies del Sagrado Corazón se despliega un entramado de calles empedradas con aroma a crêpe de chocolate, bohemias cafeterías y plazas donde los pintores colorean lienzos inmortalizando a los turistas a cambio de unas monedas.

Uno de sus puntos emblemáticos, justo a la salida de metro de Pigalle, es el auténtico Moulin Rouge, el cabaret parisino por excelencia para el que Toulouse-Lautrec diseñó varios carteles y pintó cuadros de sus bailarinas a finales del S.XIX. Auguste Renoir también era asiduo, inspirándose para sus obras en los tules y transparencias de las coristas. Muchos de ellos hoy se exponen en el Museo de Orsay, la Galería de los Impresionistas.

En aquellos entonces el Moulin Rouge estaba recién inaugurado y el 18º distrito de París era todavía una zona rural, nada que ver con el Montmartre de la tierna “Amèlie”. Rápidamente el cabaret cobró fama, siendo sus noches una fiesta continua por las que corría el champán mientras actuaban las bailarinas de moda. Allí mismo vio la luz la célebre cuadrilla llamada el “cancán francés”. El establecimiento era el local más divertido de París donde se bebía, se reía, se bailaba y se disfrutaba del espectáculo, envuelto en una decoración estrambótica que incluía un elefante en el jardín.

En 1915 un incendio destruyó el Moulin Rouge. Diez años después fue reabierto, haciéndose cargo madame Mistinguett, actriz, cantante y bailarina. Sus canciones Ça, c’est Paris!, Il m’a vue nue o On m’suit, interpretada junto a Jean Gabin, se hicieron legendarias. Las voces de la gran “Môme Piaf” e Yves Montand resonaron también entre sus paredes durante la Segunda Guerra Mundial, época en la que fue transformado en club de baile.
Las reformas de los años 50 devolvieron al Moulin Rouge su esencia de cabaret y retornó el esplendor, con animados espectáculos y artistas de excepcional talento. La leyenda del Moulin Rouge se perpetua ya no solo en el arte gráfico y la música. Sus aspas giratorias son escenario de más de diez largometrajes: el clásico de Hollywood “Moulin Rouge” de John Huston, protagonizado por Zsa Zsa Gabor y José Ferrer (1952); la versión francesa “French Cancan” de Jean Renoir (1955), o el popular musical de Baz Luhrmann, interpretado por Nicole Kidman y Ewan MacGregor (2001).

En pleno siglo XXI este monumento está más vivo que nunca, recibiendo la visita de más de 600.000 personas cada año. En él, la revista Féerie y sus 80 artistas ponen una nota de color rojo a la Ciudad de la Luz a través de representaciones que recrean su historia ¡Solo falta que tú seas el protagonista y presencies un auténtico espectáculo en el Moulin Rouge!

Si deseáis sorprender a esa persona tan especial podéis reservar nuestra actividad que incluye una cena en la Torre Eiffel, paseo en barco por el Sena y espectáculo en Moulin Rouge. Otras opciones muy recomendables son el tour nocturno por París con espectáculo en Moulin Rouge y el paseo por Montmartre y Sacré Coeur. Bonne soirée !