Qué hacer en Roma en 2 días

Dicen que todos los caminos llevan a Roma. Y, aunque este proverbio evoca la grandeza del antiguo Imperio Romano, hoy día, visitar la Ciudad Eterna al menos una vez en la vida debería ser obligatorio. Posiblemente, 48 horas parezcan muy poco para abarcar su inmensidad, su historia milenaria y su impresionante colección de arte, pero con planificación y un buen calzado, es posible exprimir lo esencial y, sobre todo, sentir la auténtica romanidad. Para saber qué hacer en Roma en 2 días, proponemos esta hoja de ruta para caminar por sus calles, degustar sus sabores y descubrir todos sus secretos.

Definida a menudo como capital de dos Estados, ostenta el récord de ser la ciudad con más fuentes del mundo, con más de 2000, y más obeliscos egipcios que El Cairo. En definitiva, un lugar fascinante donde la historia se ve y se siente en cada esquina. ¿Maletas listas? ¡La capital de Italia espera con los brazos abiertos!

Día 1: Roma antigua, centro histórico y Trastevere

Para el primer día de esta escapada es recomendable centrarse en la Roma Imperial y en el centro histórico, repleto de plazas y fuentes, que son auténticas obras de arte al aire libre. Es imprescindible madrugar para aprovechar cada minuto y sortear la afluencia turística en los monumentos más concurridos.

1. Entrar al Coliseo

No hay visita a Roma sin comenzar por el grandioso Coliseo, el anfiteatro más grande jamás construido y un verdadero emblema de la capital italiana. Su nombre real es Anfiteatro Flavio, pero su apodo popular nace de la colosal estatua de Nerón que se encontraba en las cercanías. Resulta fascinante saber que parte de su estructura se perdió porque se reutilizó para construir otros edificios en la ciudad.

Para evitar las colas masivas, que pueden hacer perder horas bajo el sol, especialmente en temporada alta, es crucial reservar el acceso con antelación. Una visita guiada por el Coliseo resulta la opción ideal, ya que permite comprender la magnitud histórica del lugar y, de paso, acceder sin las interminables esperas. Para quienes quieran llevarse un recuerdo increíble de este momento, pueden optar por una sesión fotográfica en el exterior del Coliseo.

2. Caminar por el Foro Romano y el Palatino

Las visitas al Coliseo suelen incluir también el Foro Romano y el Monte Palatino. En el Foro, corazón de la vida política, económica y social de la antigua Roma, los visitantes podrán pasear entre las ruinas de templos, basílicas y arcos triunfales. Por otro lado, el Palatino es la cuna legendaria de Roma donde, según la mitología, Rómulo fundó la ciudad. Desde su cima, se obtienen unas vistas inigualables hasta el Circo Máximo. En esta zona, si se dispone de más tiempo, es recomendable acercarse a las ruinas del Templo de Trajano y la Columna Trajana.

Otras combinaciones para visitar el trío imperial son:

• Coliseo, Foro y Palatino + Arena de gladiadores.
• Tour privado por el Coliseo, Foro y Palatino.
• Free tour por la Roma Imperial.

3. Tomar una foto del Monumento a Víctor Manuel II

Al salir de los tres lugares imprescindibles que ver en Roma, la ruta continúa hacia el imponente Monumento a Víctor Manuel II en Piazza Venezia. Dedicado al primer rey de la Italia unificada, este enorme complejo de mármol blanco es conocido popularmente como la “máquina de escribir” o el “pastel de bodas” por su forma, y es una parada fotográfica obligatoria.

Además, esta plaza es un importante cruce de cinco de las calles más importantes de la capital italiana. En la visita guiada por los Museos Capitolinos y alrededores se hace una parada en los alrededores de la plaza y en el también conocido como Altar de la Patria.

4. Visitar el Panteón de Agripa

Desde Piazza Venezia, a poco más de 10 minutos a pie, se encuentra el asombroso Panteón de Agripa, una obra maestra de la arquitectura antigua. Es el único edificio de la Antigua Roma que se mantiene prácticamente intacto. Su cúpula, con el óculo central que permite la entrada de la luz natural, es una maravilla de la ingeniería. También el agua de lluvia entra por él, aunque el sofisticado sistema de drenaje del suelo hace que apenas se note.

Aunque la entrada al Panteón es asequible, hay mucha afluencia. Por ello, reservar la entrada al Panteón de Agripa sin colas es una buena forma de ahorrar un tiempo muy valioso en una escapada de 2 días a Roma.

5. Tirar una moneda en la Fontana di Trevi

La tarde del primer día es el momento de zambullirse en la Roma renacentista y barroca. La primera parada es la mundialmente famosa Fontana di Trevi. La tradición dice que se debe lanzar una moneda de espaldas para asegurar el regreso a la urbe. Si se lanzan dos, se encuentra el amor, y tres, para casarse. El free tour nocturno por Roma o el tour para Instagram hacen parada en este espectacular e imperdible rincón.

En la esquina derecha de la fuente principal, los visitantes pueden encontrar la modesta Fuente de los Enamorados, un rincón especial para parejas, que, según la leyenda, asegura la fidelidad si se bebe de sus dos caños.

6. Subir la escalinata de Piazza di Spagna

Muy cerca de este último punto se encuentra la Piazza di Spagna. Allí destaca la icónica escalinata que conduce a la iglesia de Trinità dei Monti. El nombre de la plaza proviene de la embajada española y es uno de los lugares más concurridos y fotografiados de la ciudad. Sobre todo, llama la atención la Fuente de la Barcaza de Bernini, que ocupa el centro del espacio. Desde aquí parte el free tour por Roma, uno de los planes imprescindibles que hacer a la llegada.

Por otro lado, en esta zona, los amantes del arte pueden completar su inmersión cultural con una visita a la Galería Borghese y sus jardines, donde encontrarán obras de Bernini y Caravaggio, entre otros. Las entradas para la Galería Borghese deben reservarse con mucha antelación, dado el aforo limitado.

7. Fijarse en la fuente de Piazza Navona

El broche de oro de este paseo del primer día es la Piazza Navona, una de las plazas más famosas de Roma. Su forma alargada se debe a que se construyó sobre el antiguo Estadio de Domiciano. En ella se encuentra la impresionante Fuente de los Cuatro Ríos de Bernini, que representa los grandes ríos de los continentes conocidos en el siglo XVII: el Danubio, el Nilo, el Río de la Plata y el Ganges.

El tour en tuk tuk eléctrico por Roma es una forma original de visitar esta plaza. Y si se quiere profundizar en la historia de la basílica que se alza en este lugar, nada mejor que hacer el free tour por las iglesias barrocas.

8. Cenar en el Trastevere

La jornada termina cruzando el río Tíber por el Ponte Sisto para adentrarse en el Trastevere, el barrio más auténtico y bohemio de Roma. Al caer la noche, ¡cobra vida! Encontrar una pequeña trattoria sin cartel donde sirvan el mejor cacio e pepe o carbonara es parte de la experiencia. Los más foodies no pueden perderse el tour gastronómico por el barrio del Trastevere. Si se quiere conocer también otra zona de la ciudad, otra buena opción es la visita guiada por el Trastevere y el barrio judío.

Otro lugar de visita obligada en este barrio es la Piazza di Santa Maria in Trastevere, donde se encuentra la basílica del mismo nombre. Es una de las iglesias más antiguas de Roma y su fachada, con mosaicos dorados y un campanario, es todo un espectáculo bajo la iluminación nocturna. El ambiente más festivo se concentra también en la cercana Piazza Trilussa y sus alrededores. Para conocer a fondo sus secretos, una excelente alternativa es hacer el tour nocturno por la Roma iluminada.

Día 2: Museos Vaticanos, plazas y miradores de Roma

Seguimos descubriendo qué hacer en Roma en 2 días y llegamos a la segunda jornada del viaje. El segundo día es recomendable dedicarlo al Vaticano, el estado soberano más pequeño del mundo, y a otros rincones imperdibles de la Ciudad Eterna.

1. Entrar a los Museos Vaticanos y la Capilla Sixtina

Si se quiere optimizar al máximo la mañana, es aconsejable acudir a primera hora a la Ciudad del Vaticano. Para no perder tiempo en las filas, se recomienda encarecidamente priorizar una visita guiada por los Museos Vaticanos y la Capilla Sixtina, que incluye el acceso sin colas.

Los Museos Vaticanos, una de las colecciones de arte más importantes del mundo, ofrecen un recorrido por salas como la Galería de los Mapas o las Estancias de Rafael. La joya de la corona es, sin duda, la Capilla Sixtina, con los frescos de Miguel Ángel, incluido el impresionante Juicio Final.

Estando allí, también es imprescindible visitar la Basílica de San Pedro, obra maestra del Renacimiento y lugar de peregrinación mundial, que alberga la conmovedora Piedad de Miguel Ángel. La visita guiada por la Basílica de San Pedro es la mejor forma de recorrer este templo único.

2. Recorrer la orilla del río Tíber y el Castillo Sant Angelo

Una vez finalizada la visita al Vaticano, a poca distancia se encuentra el Castillo Sant’Angelo, una fortaleza de forma cilíndrica con una rica historia que se remonta al emperador Adriano. Se puede hacer un tour por el interior y subir a la terraza para disfrutar de las vistas.

El trayecto hacia el centro debe realizarse atravesando el fotogénico Puente de Sant’Angelo, adornado con estatuas de ángeles esculpidas por Bernini y sus alumnos. ¡Una postal romana inolvidable!

Para los amantes de las experiencias únicas y románticas, el río Tíber ofrece planes memorables, desde un paseo en barco hasta un crucero con aperitivo. Ambas opciones son una forma diferente de ver Roma desde otra perspectiva, admirando los puentes y monumentos desde el agua.

3. Caminar hasta la Piazza del Popolo

La tarde se puede reservar para disfrutar de la ciudad desde las alturas. Es más que recomendable caminar desde el Tíber hacia la Piazza del Popolo, una de las plazas más grandes y bellas, que alberga un obelisco egipcio en su centro. Estos fueron traídos durante el Imperio Romano como símbolos de poder.

Desde allí se puede subir al mirador del Pincio, uno de los mejores puntos de la ciudad para obtener una vista panorámica, y es especialmente espectacular al atardecer. ¡Momento foto!

4. Subir a la colina del Gianicolo

Si se quiere seguir disfrutando de las vistas, se puede visitar la Colina del Gianicolo, la segunda colina más alta de Roma. El Fontanone dell’Acqua Paola en la colina, una fuente monumental del siglo XVII, sirvió de inspiración para la Fontana di Trevi. Además, la vista desde la terraza es espectacular.

5. Llegar hasta la Piazza Barberini

Como despedida de la Ciudad Eterna, se puede pasear por las calles comerciales como la Via del Corso o la elegante zona de la Piazza Barberini. Allí se encuentra la famosa Fuente del Tritón, realizada por el genial maestro del Barroco italiano, Gian Lorenzo Bernini.

Desde este punto parte el tour por las plazas y fuentes de Roma, una opción excelente para llevarse una última inmersión histórica antes de partir.

¿Dónde alojarse en Roma?

Para optimizar los dos días en Roma al máximo, lo ideal es buscar alojamiento cerca del centro histórico o en el Trastevere. Estas dos opciones suelen ser algo más caras, sobre todo en temporada alta.

Si se tiene un presupuesto más ajustado, una buena opción para alojarse es cerca de Termini. Aunque muchas veces se desaconseja esta zona por inseguridad, los alojamientos cercanos a la estación suelen ser bastante seguros. Únicamente hay que tener cuidado con las pertenencias, como en cualquier capital europea.

Transporte y tarjetas turísticas de Roma

Gran parte de lo esencial se puede y se recomienda recorrer a pie, pero el metro es rápido y eficiente para moverse entre zonas más distantes como el Coliseo y el Vaticano.

Para llegar a Roma desde el aeropuerto, una opción cómoda y sencilla es optar por el autobús desde el aeropuerto Ciampino o desde el aeropuerto Fiumicino.

Por otro lado, si se planea visitar muchas atracciones, es recomendable adquirir la tarjeta Go City: Roma Explorer Pass, que incluye el acceso a las principales atracciones de la capital italiana.

¿Qué comer en Roma?

En un viaje a Roma hay tres recetas de pasta que hay que probar. La primera es la famosísima carbonara, que nació a mediados del siglo XX. Su origen es incierto, pero una teoría popular dice que fue creada por carboneros (de ahí su nombre). La salsa más famosa de Roma se compone de huevo, queso pecorino romano, guanciale y pimienta.

Otro de los platos imperdibles es la pasta cacio e pepe, con pocos ingredientes (queso pecorino y pimienta negra) pero con un sabor muy potente. La última receta sería la amatriciana, que básicamente es pasta con salsa de tomate, guanciale, pecorino romano y pimienta. ¡Deliciosa también! Para degustar la auténtica pasta romana, una de las mejores experiencias es hacer un taller de pasta italiana y tiramisú.

Por otro lado, se recomienda probar el street food romano, como los supplì, una crujiente croqueta de arroz que suele estar rellena de carne y queso.

Llegamos así al final de esta guía sobre qué hacer en Roma en 2 días en la que hemos tratado de recopilar los imprescindibles de la Ciudad Eterna. Ahora solo queda lanzarse a la aventura y empezar a caminar por sus calles empedradas, repletas de coquetos rincones por descubrir. En este tiempo, se consigue ver lo imprescindible, pero la moneda lanzada a la Fontana di Trevi quizá conceda el deseo de regresar a los más suertudos… ¿Quién sabe?

Si se cuenta con más tiempo, nada mejor que seguir planificando el viaje perfecto y consultar el listado actualizado de excursiones, visitas guiadas y actividades en Roma. Arrivederci!