Qué ver en Bolonia: los 17 imprescindibles

Bolonia es sinónimo de destino universitario ideal pero es mucho más. La capital de la región italiana Emilia-Romaña tiene una gran cantidad de atractivos turísticos que ofrecer. Cada edificio del centro histórico, cada calle con aire medieval, cada plaza y cada iglesia desprenden un encanto que cautiva a todos los viajeros. Para conocer esta ciudad en detalle, hemos organizado un itinerario por sus monumentos y lugares más icónicos. ¿Ganas de descibrir los imprescindibles que hay que ver en Bolonia?
Eso sí, para una primera visita a la ciudad, recomendamos siempre comenzar el primer o segundo día del viaje participando en un free tour por Bolonia o un tour privado. Estas actividades son perfectas para unos primeros pasos en este destino.
1. Ventana al canal
Si pensamos en los lugares imprescindibles que hay que ver en Bolonia, no podemos empezar por otro sitio que no sea la Ventana al canal, conocida también como la ventana de Via Piella. Caminando por la via Indipendenza, se llega al pórtico de via Piella. En uno de sus extremos se encuentra una pequeña ventana que abre paso a una Bolonia inesperada, la de las aguas subterráneas que hasta hace dos siglos eran canales descubiertos.
Mirando desde la ventana al canal que serpentea a través de los coloridos edificios, parece que se está contemplando una pequeña Venecia oculta. Uno de los espacios más instagrameables de la ciudad. Cabe decir que este canal es la continuación de uno de los canales principales de Bolonia, el canal de Reno, que en la entrada de la ciudad se divide en dos ramales: el canal Cavaticcio y el canal Moline.

2. Piazza Maggiore
Continuamos la lista de lugares que ver en Bolonia acercándonos al centro de la vida política, religiosa y social de este destino: la Piazza Maggiore. Esta espectacular plaza, en pleno centro de la ciudad, tiene sus orígenes en la época medieval, y ya en el siglo XIII se pensó como un espacio abierto para el comercio y la vida pública. La estructura actual de la plaza data del Renacimiento y es uno de los ejemplos más significativos de arquitectura y urbanismo de dicho periodo.
En torno a la Piazza Maggiore se alzan los edificios más importantes de la Bolonia medieval, entre los que destacan la basílica de San Petronio, el Palacio Comunal (Palazzo d’Accursio), el Placio del Rey Enzo, la fuente de Neptuno y el Palacio del Podestá. Este último, que se construyó a la par que la plaza, está coronado por la torre dell’Arengo, que alberga el Campanazzo, la campana que durante siglos ha marcado los tiempos de la vida pública de la ciudad, y que aún repica en ocasiones especiales.

3. Basílica de San Petronio
Dentro de la Piazza Maggiore tenemos que hacer una mención especial a uno los principales edificios históricos de la ciudad. Hablamos de la basílica de San Petronio, dedicada al patrón de Bolonia. ¡Es una de las iglesias más grandes de Italia! De estilo gótico, la fachada de este templo está dividida en dos bandas horizontales: la inferior, con decoraciones de mármol hechas entre finales del siglo XIV y principios del siglo XVI, y la superior, una especie de pared rugosa con ladrillos que nunca se completó. El contraste es muy llamativo.
En el interior de la basílica se puede admirar el reloj de sol más largo del mundo. Se trata de una línea metálica de 67,72 metros de longitud que recorre todo el suelo de la iglesia, una obra de Giovanni Domenico Cassini. Además, en la cappella dei Re Magi destacan los frescos de Giovanni da Modena sobre la vida de San Petronio y las pinturas del artista Jacopo di Paolo.

4. Palacio de Accursio
Ubicado en la céntrica Piazza Maggiore, el palacio de Accursio es la sede del Ayuntamiento de Bolonia desde el año 1336. Por este motivo, también es conocido como Palacio Comunal y es, sin duda, uno de los lugares imprescindibles que visitar en la capital de Emilia-Romaña. En el interior de sus salas encontramos una amplia colección de arte municipal que alberga tapices, muebles, escudos, cuadros… Asimismo, sorprenden sus increíbles escalinatas.
El palacio de Accursio está coronado por una gran torre con un reloj en lo alto. Durante siglos, éste fue el principal instrumento con el que los boloñeses marcaban el tiempo. Si apetece subir y disfrutar de unas vistas increíbles de la ciudad a más de 30 metros de altura, recomendamos reservar la entrada al palacio de Accursio con subida a la torre.

5. Fuente de Neptuno
Junto a la Piazza Maggiore se alza otro de los puntos emblemáticos que ver en Bolonia, la fuente de Neptuno. Esta espectacular escultura del Dios de los mares fue diseñada por Giambologna y Tommaso Laureti como símbolo del poder papal de la segunda mitad del siglo XVI.
La estatua de Neptuno está situada frente a la entrada del Palacio del Rey Enzo, rodeada por cuatro querubines, que representan los ríos de los continentes por entonces conocidos: el Nilo, el Ganges, el Amazonas y el Danubio. Según la leyenda, el estudiante que quiera tener suerte en un examen debe girar dos veces contra de las agujas del reloj alrededor de la fuente. ¿Se cumplirá realmente así la buena fortuna? ¡No pasa nada por intentarlo!

6. Archiginnasio de Bolonia
Continuando en el centro histórico, el Archiginnasio es uno de los edificios más importantes que ver en Bolonia y una visita cultural imperdible. Levantado en el siglo XVI por orden del cardenal Carlos Borromeo, fue la antigua sede del Alma Mater Studiorum, una de las universidades más antiguas del mundo entre los años 1563 a 1803.
El Archiginnasio alberga actualmente la Biblioteca Municipal Archiginnasio, pero conserva algunas salas originales, el teatro anatómico y la sala Stabat Mater. La primera fue construida en el siglo XVII para los estudiantes de anatomía y la segunda cuenta con más de 35.000 ejemplares de libros antiquísimos. Como añadido, sorprende el gran volumen de escudos que decoran las paredes de sus patios. Se dice que es el mayor conjunto heráldico mural del mundo.
Este espacio se puede visitar por libre adquiriendo online la entrada al Archiginnasio aunque, para conocer su pasado en detalle, la visita guiada por el Archiginnasio será el plan perfecto.

7. Pórticos de Bolonia
Si hay algo acompaña a todos durante un viaje por Bolonia son sus pórticos. Originarios de la Edad Media, están declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y se extienden a lo largo de 62 kilómetros, 42 de los cuales se hallan en el centro histórico. Son tan amplios que, en un día de lluvia, casi se puede pasear por todo el casco antiguo sin mojarse en absoluto gracias a la protección de estos arcos.
Realizados en ladrillo, piedra o madera, los pórticos de Bolonia son una verdadera obra maestra de la arquitectura. El pórtico de San Luca es el más famoso y también el más largo, con 3.796 metros de longitud y nada menos que 666 arcos. Una opción para explorarlo es comenzar desde la Piazza Maggiore, después de haber recorrido la via dell’Archiginnasio y tras pasar la basílica de San Petronio.
Basta con pasear por las calles de Bolonia para encontrarse rodeado: desde los pórticos de Santa Caterina hasta el pórtico del palacio de la Mercanzia, o desde los pórticos de via Santo Stefano hasta los de Pavaglione… En definitiva, se acabaron los problemas con la lluvia o con el sol del verano porque estos pórticos ofrecen cobijo a todos desde tiempos inmemoriales.

8. Mercado del Cuadrilátero
Muy cerca de la Piazza Maggiore nos topamos con una de las zonas más bonitas que ver en Bolonia. Se trata del Cuadrilátero, cuatro calles estrechas y empedradas que acogen el popular mercado de la ciudad desde la Edad Media. Aquí hay tiendas que tienen el aspecto de antiguos talleres que han pasado de generación en generación y que aún conservan su mobiliario original.
Como añadido, esta zona es conocida por sus numerosos y ricos puestos de comida. ¿Sabíais que Bolonia es el hogar de la mortadela, los tortellinis y el ragú? El mercado del Cuadrilátero es el lugar perfecto para probar algunos de los platos más típicos. Y, hablando de gastronomía, dejamos a continuación algunas actividades que pueden resultar interesantes:

9. Santuario de Santa Maria della Vita
A pocos metros del mercado del Cuadrilátero se encuentra una de las grandes sorpresas de la ciudad. Se trata del santuario de Santa Maria della Vita, una iglesia católica romana de estilo barroco tardío. Esta iglesia alberga la Lamentación sobre Cristo muerto, una de las obras escultóricas más importantes de Niccolò dell’Arca, que consta de siete estatuas de terracota de tamaño natural que muestran emociones extremas.
Por si esto fuera poco, bajo la gran cúpula de Santa Maria della Vita se custodia el Oratorio de Battuti, el único de estilo barroco en Bolonia. Ejemplifica la grandiosidad barroca decorativa en sus paredes y bóvedas esculpidas en oro y exclusivas pinturas y frescos. Igualmente, el santuario es el hogar de otra impresionante obra del siglo XV, concretamente de Alfonso Lombardi, que representa a los doce apóstoles alrededor de la tumba de la Virgen.

10. Torre degli Asinelli y Torre della Garisenda
En total, hay cinco torres en Bolonia, pero las torres gemelas de Garisenda y Asinelli son las más emblemáticas y reconocibles. La torre Asinelli se construyó entre 1109 y 1119 y su cima alcanza una altura de 97,20 metros. Garisenda, por su parte, tiene una altura inferior de 47 metros, y es conocida por su evidente inclinación debido al hundimiento del suelo. Están una al lado de la otra, en una especie de lucha ancestral por ver quién llega más alto.
Los nombres de Asinelli y Garisenda provienen de las familias a las que tradicionalmente se les atribuyó la construcción de las mismas. Si lo deseáis, abonando un tasa se puede subir los 498 escalones de la torre Asinelli y admirar Bolonia desde lo más alto. Una vez en la cima, la gran recompensa serán las impresionantes vistas de la ciudad.
No obstante, debido a ocasionales obras de rehabilitación es posible que la subida a la torre cierre en ciertas épocas. Por ello, aconsejamos consultar sus horarios de apertura en la web oficial de turismo de Bolonia.

11. Torre Prendiparte
La torre Prendiparte es una gran opción para disfrutar de unas bonitas vistas de la ciudad en caso de no poder subir a la torre Asinelli. Conocida como torre Coronata, fue construida en el siglo XII por la familia Prendiparte como medida de defensa y sus ladrillos rojos y macizos le dan un carácter de fortaleza medieval inexpugnable. ¡Mide 60 metros!
Al principio, la torre fue utilizada como una extensión del Seminario Arquidiocesano. Más tarde, el Seminario se trasladó a otra ubicación y en 1751 el cardenal Lambertini, papa Benedicto XIV, lo utilizó como prisión del arzobispo para los delitos contra la religión o la ética cristiana. Se dice que en las habitaciones del tercer, cuarto y quinto piso, que alguna vez se usaron como celdas, todavía se pueden distinguir inscripciones y grafitis de los expresos en las paredes.

12. Basílica de San Domenico
La basílica de San Domenico es una de las iglesias con mayor patrimonio artístico de la ciudad. Fue construida por los frailes dominicos en el siglo XIII con el objetivo de guardar allí los restos de San Domenico de Guzmán, fundador del orden. En el interior se conservan obras de arte de valor incalculable de autores como Guercino, Filippo Lippi y Ludovico Carracci.
Especialmente conocida es el Arca de San Domenico, una tumba de mármol en la que descansan los restos del Santo. La obra ha atraído a muchos peregrinos durante siglos y es una creación del escultor italiano Nicola Pisano. Sus coetáneos la llamaron “una de las Maravillas del Mundo“, por su belleza y riqueza de detalles.

13. Complejo de Santo Stefano
La basílica santuario de San Esteban es mucho más que una iglesia. Se conoce sobre todo como “las siete iglesias” porque está compuesto por la unión de varios edificios erigidos en épocas diferentes. Encargada por San Petronio, se dice que se levanta sobre las ruinas de un antiguo templo pagano. Durante siglos ha sido un lugar de peregrinación, ya que en su interior se encuentra una copia exacta del Santo Sepulcro de Jerusalén que San Petronio había visto en Tierra Santa. Es tan fiel a su aspecto que aún hoy se recomienda su visita en las principales guías de Jerusalén.
En la plaza se sitúan también las iglesias del Crucifijo, de origen lombardo, del Calvario y de los SS. Vitale y Agrícola, así como la iglesia de la Trinidad, restaurada entre los siglos XII y XIII. Además, es una buena opción visitar el museo del complejo, que cuenta con una rica colección de pinturas, esculturas y otras obras de arte de épocas diferentes. Sin duda, un complejo imprescindible que ver en Bolonia.

14. Museo Cívico Arqueológico
El museo Cívico Arqueológico de Bolonia, en el Palacio Galvani, se inauguró el 25 de septiembre de 1881 y es considerado una de las colecciones arqueológicas más importantes de Italia por su representación de la historia local desde la prehistoria hasta la época romana.
El museo cuenta tambien con sección de yesos, una sección Gala y una de las colecciones numismáticas más importantes del país. Las piezas más relevantes del museo son los cinco relieves de la tumba de Horemheb, general del ejército en la época del faraón Akenatón que, junto con Tutankamón, alcanzó las más altas cotas de mando militar, llegando a convertirse en faraón.

15. Mercado de las Hierbas
Antes de empezar a recomendar sitios más alejados del centro histórico de Bolonia, queremos citar otro lugar muy especial. En este caso, el mercado de las Hierbas o mercado delle Erbe es unos de los lugares ideales para ver la mezcla de restaurantes de moda y puestos históricos de frutas y verduras.
Por supuesto, es un buen sitio para tomar el famoso aperitivo italiano. Consiste en un momento de reunión con amigos o familiares para disfrutar de un cóctel acompañado de alguna tapa. Es muy común en las plazas de las ciudades italianas que los bares a partir de las 17:00 horas de la tarde ofrezcan el servicio de aperitivo.

16. Santuario de Nuestra Señora de San Luca
Ahora sí, alejándonos del casco de la ciudad, vamos con alguna recomendación que ver en Bolonia si se cuenta con mas de dos o tres días en este destino. En este punto, recomendamos el santuario de Nuestra Señora de San Luca, situado en una colina de 300 metros. Está conectado con el casco histórico a través de una característica columnata, la más larga del mundo, que, saliendo de Puerta Saragoza, se extiende por 4 kilómetros con más de 600 arcos y que, junto con los otros pórticos de la ciudad, se declaró Patrimonio Mundial en 2021.
La construcción del santuario se inició en 1741 sobre un proyecto de Carlo Francesco Dotti y finalizó en 1815. Detrás del presbiterio se encuentra el icono de la Virgen de San Luca, que llegó a la ciudad a finales del siglo XIII y se ha convertido en uno de los mayores lugares de peregrinaje. Los creyentes dicen que, cuando se acercan al icono y lo contemplan durante mucho tiempo, tienen la impresión de sentirse seguidos por su mirada.
Una forma muy práctica de llegar hasta este santuario sin apenas es fuerzo es reservar un billete para el tren turístico de la basílica de San Luca. El trayecto a bordo dura unos 40 mintuos aproximadamente.

17. Colinas de Bolonia
Las colinas de Bolonia son una red de bellos pueblos, castillos y paisajes que rodean la ciudad de Bolonia. El mencionado santuario de Nuestra Señora de San Luca forma parte del Colli Bolognesi, pero no es el único monumento que merece una visita.
Para recorrer una de las zonas más bonitas de Italia, aconsejamos reservar un divertido tour en fiat por las colinas de Bolonia. Incluye la subida al mirador de San Michele in Bosco y la visita al Sacrario di Sabbiuno, un lugar que ha marcado la historia reciente de Bolonia, rodeado de una exuberante vegetación.

Y hasta aquí esta guía en la que hemos ido recopilando los imprescindibles que hay que ver en Bolonia. Para seguir indagando en las múltiples posibilidades de este destino, puede resultar de gran ayuda consultar nuestro catálogo actualizado con las mejores actividades, excursiones y visitas guiadas en Bolonia.