Qué ver en Montpellier: 10 iconos de la joya del Languedoc

Un clima agradable beneficiado por el cálido sol del mediterráneo, un extraordinario patrimonio monumental, una exquisita gastronomía, los paisajes de la Camarga a muy pocos kilómetros… Os proponemos a continuación los mejores consejos sobre qué ver en Montpellier, una de las ciudades más fascinantes del sur de Francia.
Conocida como la perla del Langedoc, el centro histórico de la capital del departamento de Hérault cuenta con destacados monumentos, como la catedral de Saint-Pierre o el Arco del Triunfo. Si, además, le sumamos las coquetas cafeterías y restaurantes del casco antiguo, tenemos como resultado un destino más que recomendable. Por ello, si estáis buscando tours, visitas guiadas y excursiones en Montpellier, os explicamos cuáles son los mejores planes para sacar el máximo provecho de la ciudad.
1. L’Écusson, el centro histórico de Montpellier
En toda lista que se precie sobre qué ver y hacer en Montpellier, L’Écusson, el casco antiguo de la capital del Hérault, ha de figurar en los primeros puestos. Se trata de un auténtico laberinto de pintorescas calles adoquinadas. Paseando por este barrio, descubriréis plazas tan animadas y coquetas como la Place Saint-Roch o la Place de la Canourgue, cuyas terrazas son un gran reclamo para sentarse a tomar algo cuando llega el buen tiempo.
No obstante, el corazón de L’Écusson es la Place de la Comédie. Esta preciosa plaza está presidida por la célebre fuente de las Tres Gracias. Además, frente a este surtidor ornamental se encuentra el Teatro de la Ópera, que es uno de los más destacados del sur de Francia.
Si deseáis conocer todos los secretos de la Place de la Comédie y del centro histórico de la ciudad, una buena opción es, desde luego, este free tour por Montpellier.

2. El Arco del Triunfo, uno de los iconos que ver en Montpellier
En nuestra ruta por los imprescindibles que ver en Montpellier, tampoco puede faltar el Arco del Triunfo, el segundo más famoso de Francia tras el de París. En el caso del monumento de la capital del Hérault, el arco está erigido en honor del rey Luis XIV, justo al comienzo del Promenade du Peyrou.
Precisamente, este largo paseo presidido por una estatua ecuestre del Rey Sol es uno de los mejores lugares de Montpellier para salir a caminar. El bulevar desemboca en un precioso parque en el que, además, podréis contemplar el Acueducto de Saint-Clémet.
Uno de los mejores momentos del día para recorrer el entorno del Arco del Triunfo y del Promenade du Peyrou es el atardecer. Al caer el sol, decenas de personas se reúnen en este lugar para contemlar la puesta de sol mientras toman un vino blanco con quesos. ¡Un plan al más puro estilo francés!

3. Los museos de Montpellier, los grandes referentes culturales de la ciudad
Además de contemplar sus principales monumentos y pasear por sus calles más destacadas, otro imprescindible que ver en Montpellier es el Museo Fabre. Fundado en 1825, este templo de la cultura alberga una impresionante colección de pinturas y esculturas que abarcan desde el Renacimiento hasta el siglo XX, con obras maestras de Delacroix, Courbet y Soulages.
Sin embargo, el Fabre no es el único referente cultural de la ciudad. También merece la pena visitar otros espacios. Por ejemplo, La Panacée, el Museo de Arte Contemporáneo, ofrece numerosas exposiciones temporales. Por otra parte, el Museo de Historia de Montpellier propone un fascinante viaje a lo largo de los siglos, con reconstrucciones inmersivas. En el caso de los amantes de las instantáneas, el Centro Regional de Fotografía muestra la mirada creativa de destacados artistas locales e internacionales.
La lista de museos es muy larga, pero como no nos queremos extender, os proponemos adquirir la Montpellier City Card. ¡Tendréis incluida la entrada a numerosas salas de exposiciones de la ciudad!

4. Las Gargantas del Hérault, un plan perfecto para amantes de la naturaleza
Si ya tenéis claro qué ver en Montpellier, especialmente en el centro histórico, os proponemos ahora un plan perfecto para una corta escapada desde la ciudad. Se trata de las Gargantas del Hérault, un excepcional paraje natural situado a una hora de trayecto. Acantilados y desfiladeros esculpidos por el tiempo, ríos cristalinos y una exuberante vegetación son los protagonistas de este enclave.
Los parajes de estas gargantas ofrecen además un sinfín de planes para los amantes de los deportes de aventura. Actividades de escalada, rutas en kayak, caminos para aficionados al senderismo… Por supuesto, también hay propuestas más tranquilas, como hacer un pícnic en plena naturaleza.
Si deseáis descubrir uno de los principales espacios naturales de la zona, no os perdáis esta excursión al circo de Navacelles.

5. La Camarga, un paraje único de salinas, marismas y arrozales
Situado a solo una hora en coche de Montpellier, el Parque Natural Regional de la Camarga es un paraje único de humedales formados por arrozales, salinas, marismas e, incluso, viñedos.
Se trata además de una zona con gran biodiversidad. Y es que, por poner solo unos pocos ejemplos, los flamencos rosados, los caballos blancos galopando libremente y los imponentes toros negros forman parte del paisaje de la Camarga. Por ello, este paraje está considerado como uno de los de mayor riqueza medioambiental del sur de Francia.
En esta excursión a la Camarga, Saintes Maries de la Mer y Aigues-Mortes descubriréis preciosos paisajes y visitaréis dos de los pueblos más bonitos de la comarca. O también podréis uniros a este tour de viñedos y bodegas por la Camarga para probar los vinos de esta región.

6. El río Lez, pasear por sus orillas es un plan perfecto para hacer en Montpellier
Nuestro repaso a los imprescindibles que ver en Montpellier no podría estar al completo sin un paseo por las orillas del río Lez. Os recomendamos comenzar a explorar esta zona de la ciudad desde la Esplanade de l’Europe. Esta plaza, ubicada en la misma ribera, es un punto de partida excepcional. ¿La razón? Los elegantes edificios vanguardistas que flanquean la explanada.
Asimismo, la ribera del Lez ofrece unas extraordinarias puestas de sol. Por ello, uno de los mejores momentos para comenzar a recorrer esta ribera es justo al atardecer. Si queréis disfrutar de los colores del ocaso sobre el río, os recomendamos especialmente la Avenue du Pirée. El tramo entre los puentes Aphrodite y Athénea es, sin duda, uno de los más bonitos.

7. Las playas de Montpellier, perfectas para una corta escapada
Montpellier se encuentra a solo media hora en coche del mar Mediterráneo. Por ello, otro buen plan consiste en hacer una escapada a uno de sus arenales más cercanos. Una gran opción es, por ejemplo, la playa de Palavas-les-Flots. Esta ensenada destaca por sus restaurantes de marisco y por sus bares de tapas, ideales para disfrutar de la afamada gastronomía local.
También merece la pena conocer la playa de Espiguette, que destaca por sus interminables dunas y sus paisajes casi desérticos. Además, si sois amantes de la ornitología estáis de suerte. Toda esta zona resulta perfecta para realizar avistamientos de aves y de otros animales.
Si buscáis algo más que sol y playa, podéis escaparos a Sète. Esta localidad portuaria, situada a 30 minutos de Montpellier, es conocida como “la Venecia del Languedoc” debido a sus canales. ¡Seguro que os sorprende! Podréis disfrutar de sus paisajes, y también de su gastronomía, con esta excursión a Sète con degustación de ostras.

8. El Mercado de Lez, la joya gastronómica de Montpellier
¿Más lugares que ver en Montpellier? Situado en un antiguo complejo industrial a orillas del río, el Mercado de Lez es uno de los principales referentes gastronómicos de Montpellier. Este popular complejo alberga distintos puestos de comida en food trucks, tiendas de artesanía y boutiques vintage.
Paseando entre los diferentes puestos, encontraréis distintas especialidades culinarias de Occitania. Destacan, por ejemplo, productos tan populares como el pan típico fougasse o una pasta de aceitunas llamada tapenade.
Si queréis disfrutar de los mejores sabores locales, no os podéis perder este tour gastronómico por Montpellier. ¿O qué os parece una cata de vinos y aceites en el Languedoc?

9. Saint-Guilhem-le-Désert, un pintoresco pueblo situado a una hora de Montpellier
Situado a solo una hora de Montpellier, Saint-Guilhem-le-Désert está considerado como uno de los pueblos más bonitos de Francia. Esta localidad medieval está ubicada en el corazón de las Gargantas del Hérault, lo que le añade aún más encanto si cabe.
En pleno centro del pueblo se encuentra la abadía de Gellone, una joya del arte románico declarada Patrimonio de la Humanidad. Este monasterio del siglo VIII alberga además un hermoso claustro y las veneradas reliquias de Saint-Guilhem y de la Vera Cruz.
Si deseáis conocer todos los secretos de este pueblo de leyenda, no os podéis perder esta excursión a Saint-Guilhem-le-Désert. Además, en esta ruta visitaréis el Puente del Diablo: una espectacular pasarela medieval sobre el río Hérault.

10. Pic Saint-Loup, un paraje único de viñedos
Otra visita imprescindible cercana a Montpellier es el Pic Saint-Loup, una montaña situada a unos 40 minutos de Montpellier. A los pies de este pico se extiende un vasto territorio de viñedos cuyas uvas permiten elaborar vinos tintos y rosados de gran calidad.
En esta excursión al Pic Saint-Loup contemplaréis los paisajes de una de las montañas más destacadas del Languedoc-Rosellón. Además, disfrutaréis de una cata de vinos de las clases de Grand Crus: las variedades más selectas y exclusivas.

Monumentos y plazas de gran belleza, propuestas gastronómicas para todos los públicos, escapadas a la naturaleza, a la playa y a pueblos con encanto… En definitiva, hay numerosos planes por hacer y lugares que ver en Montpellier.
Y si deseáis conocer más a fondo la región, podéis optar por alguna de las visitas guiadas y excursiones del Languedoc-Rosellón. ¿Ya habéis pensado qué vais a hacer cuando estéis allí?