Qué ver en Normandía: 15 destinos únicos del noroeste de Francia

Abadías impregnadas de misterio, pintorescos pueblos que cautivaron a pintores impresionistas, playas donde descubrir los ecos del pasado, asombrosos acantilados… Os explicamos qué ver en Normandía, la preciosa región situada en la costa del noroeste de Francia.

Naturaleza, arquitectura, historia y gastronomía se fusionan a la perfección en esta zona del país galo. Formada por los departamentos de Mancha, Calvados, Orne, Eure y Sena Marítima, Normandía sorprende en cada rincón. ¿Cuáles son sus pueblos y ciudades más bonitas? ¿Qué paisajes no hay que perderse? A continuación, damos respuesta a estas y a otras muchas más cuestiones.

1. El Monte Saint-Michel, la abadía más famosa de Francia

Comenzamos la lista sobre qué ver en Normandía con una polémica: ¿El Monte Saint-Michel está en Normandía o en Bretaña? Ambas regiones del noroeste de Francia reclaman su pertenencia, así que vamos con la explicación. Geográficamente, el monte está situado en el departamento normando de Mancha, muy cerca del límite con el departamento bretón de Ille y Vilaine. De hecho, formó parte de Bretaña entre los años 867 y 933.

Aclarada la polémica, vamos con sus características. El Monte Saint-Michel es un pequeño pueblo de apenas 50 habitantes situado en una península. Sin embargo, en función de las mareas, este territorio se convierte en una isla. Su gran joya es la abadía del Monte Saint-Michel, uno de los monumentos más visitados de Francia. Y no es para menos. Sus orígenes se remontan al siglo VIII, pero sus grandes avances se produjeron a partir del siglo X, combinando a la perfección los estilos carolingio, románico y gótico. En la actualidad, es un monumento único declarado Patrimonio de la Humanidad.

Con esta entrada a la abadía del Monte Saint-Michel podréis visitar a vuestro aire la iglesia abacial, el claustro y La Merveille, el edificio en el que vivían los monjes.

2. Las playas del Desembarco de Normandía, donde la historia cambió para siempre

6 de junio de 1944. 6:30 horas de la mañana. Día D. Hora H. Esa fecha y esa hora cambiaron el curso de la Segunda Guerra Mundial, ya que se produjo el desembarco aliado en las playas de Normandía. Los arenales donde tuvo lugar este histórico acontecimiento fueron denominados con nombres en clave. Omaha Beach, Utah Beach, Juno Beach… En todas estas ensenadas todavía es posible atisbar las huellas del pasado, con numerosos memoriales que homenajean a los caídos en la contienda.

Además de las playas del desembarco, Normandía también cuenta con otros lugares vinculados al enfrentamiento bélico. Uno de los más destacados es, sin duda, el cementerio americano de Colleville-sur-Mer. Por otro lado, la costa normanda está repleta de baterías de artillería utilizadas durante el combate. Es el caso de, por ejemplo, las de Longues-sur-Mer y La Pointe du Hoc.

En la excursión a las playas del Desembarco de Normandía desde París, visitaréis Omaha Beach y el cementerio americano, entre otros destacados lugares.

3. Ruan, la capital de Normandía

En nuestra lista sobre qué ver en Normandía no podía faltar Ruan, la hermosa capital de la región. La ciudad alberga una de las catedrales góticas más bonitas de Francia. Este templo consagrado a la Virgen María no solo es un icono arquitectónico, sino también artístico. ¿El motivo? La seo fue plasmada en varias ocasiones por distintos maestros del impresionismo, entre los que destaca Claude Monet.

Sin embargo, Ruan no solo es famosa por su asombrosa catedral. También merece la pena perderse por su coqueto casco antiguo, donde destacan las típicas casas con entramado de madera. Tampoco podéis perderos el Gros-Horloge, un reloj astronómico muy singular… ¡Data nada menos que del siglo XIV!

Otro de los rincones imprescindibles de Ruan es la Place du Vieux Marché. Se trata del lugar en el que fue ejecutada Juana de Arco en 1431, por lo que cuenta con un especial simbolismo. De hecho, en esta plaza hay una iglesia erigida en honor de la santa.

Si queréis descubrir todos los secretos de la capital normanda, esta visita guiada por Ruan os permitirá conocer los principales rincones del centro histórico.

4. Honfleur, el pueblo de los pintores impresionistas

Honfleur, situada en la desembocadura del río Sena, cuenta con uno de los puertos más bonitos de Francia. No es de extrañar que el Vieux Bassin, el corazón de la ciudad, fuera plasmado en sus lienzos por maestros del impresionismo como Claude Monet o Eugène Boudin.

Si hay algo que ver en Normandía, especialmente en sus pueblos, son sus casas con entramado de madera. Honfleur no es una expeción, por lo que su casco viejo cuenta con numerosas viviendas de este tipo. Otro icono de la localidad es la iglesia de Santa Catalina, construida íntegramente en madera. Además, en los alrededores de este templo hay numerosos restaurantes en los que se puede degustar la auténtica gastronomía normanda.

Y hablando de productos típicos, ¿cuáles son los más destacados de la región? Entre las principales especialidades locales, se encuentran los quesos Camembert y Pont-l’Évêque, las sidras y los vinos de Calvados. Podréis disfrutar de estas exquisiteces en el tour gastronómico por el mercado de Honfleur.

5. Los acantilados de Étretat, un paisaje único en el norte de Normandía

Además del puerto de Honfleur, Monet, Pissarro o Boudin también retrataron en sus pinturas impresionistas los acantilados de Étretat. Estas increíbles formaciones de roca caliza y sílex se encuentran en la denominada Costa de Alabastro. ¡Uno de los litorales más bonitos de Normandía!

Debido a la acción del viento, de las olas y de otros agentes erosivos, esta costa está formada por un gran conjunto de arcos, agujas y cuevas naturales de gran belleza.

6. Caen y su memorial, un imprescindible que ver en Normandía

Caen, la capital del departamento de Calvados, es otro de los lugares imprescindibles para conocer los acontemientos del Desembarco de Normandía. Con la entrada al Memorial de Caen conoceréis una amplia muestra de armas, uniformes, carteles de propaganda, fotografías y mapas relacionados con la contienda.

No obstante, más allá de su pasado vinculado a la Segunda Guerra Mundial, la ciudad también destaca por su magnífico casco histórico. Uno de sus monumentos más destacados es el castillo de Caen, que fue mandado construir en el siglo XI por Guillermo I “el Conquistador”. Las adadías de las Damas y de los Hombres, así como también la iglesia de San Pedro, tampoco pueden faltar en vuestra visita a la urbe.

7. La Suiza normanda, ideal para practicar deportes al aire libre

La Suiza normanda, una región montañosa con paisajes sorprendentes, es un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza y de las actividades al aire libre. Con sus verdes colinas y sus caudalosos ríos, ofrece una gran variedad de experiencias de senderismo, ciclismo de montaña y escalada. Uno de los sitios más emblemáticos de la región es la Roche d’Oëtre, un espectacular mirador sobre las gargantas del Rouvre, el lugar perfecto para un descanso en la naturaleza después de un día de aventura.

Otra experiencia muy recomendable consiste en navegar en canoa por el río Orne. Asimismo, la Suiza normanda es famosa por sus pintorescos pueblos enclavados en el corazón del valle. Los más destacados son Pont d’Ouilly, Clécy y Épaney, en cuyas calles medievales el tiempo parece haberse detenido.

8. Haras du Pin, todo un paraíso para amantes de la equitación

Entre los principales lugares que ver en Normandía también merece destacar Haras du Pin, conocido como el Versalles de los caballos. El motivo de un nombre tan singular se debe a Luis XIV. Y es que en 1715, poco antes de morir, el Rey Sol ordenó construir este paraíso de la equitación.

Haras du Pin alberga una majestuosa finca que fue diseñada para criar y entrenar caballos de pura sangre. De hecho, a día de hoy, continúa desempeñando un papel central en la escuela ecuestre francesa. Por ello, la hacienda cuenta con suntuosos establos, históricas escuelas de equitación y una impresionante colección de caballos.

9. Bayeux, el tapiz que cuenta la conquista de Inglaterra

En toda lista que se precie sobre qué ver en Normandía tampoco puede faltar el tapiz de Bayeux, un verdadero tesoro medieval. Este paño representa la conquista de Inglaterra por Guillermo el Conquistador en 1066. El lienzo, de casi 70 metros de largo, está bordado además con numeros detalles ante los que merece la pena detenerse.

La otra gran joya de la ciudad es la catedral de Notre-Dame, una verdadera obra maestra del románico normando y del gótico. Además, Bayeux se encuentra muy cerca de las ensenadas que marcaron el devenir de la Segunda Guerra Mundial. Podéis conocerlas en este tour privado del Desembarco de Normandía en moto con sidecar.

10. El bosque normando, una zona de gran riqueza enológica

Los bosques normandos, un auténtico paraje natural, están salpicados también de verdes colinas y pintorescas granjas. Este paisaje bucólico y tranquilo invita al descanso. Además, se trata de un paraje ideal para los amantes del senderismo y del ciclismo.

En esta zona de la región también se producen el queso Camembert y las sidras y vinos de Calvados. Estas especialidades se pueden degustar directamente en las granjas locales, donde los productores os mostrarán cómo elaboran sus productos de forma artesanal. Los amantes de los vinos no pueden perderse esta entrada a Calvados Experience, donde probaréis una de las bebidas más típicas de Normandía.

11. El Cotentin, una península de pueblos y paisajes increíbles

La península que corona el norte de Normandía cuenta con un gran espacio protegido. Se trata del Parque Natural Regional de los Pantanos de Cotentin y de Bessin. Distintas marismas y otros humedales caracterizan a esta zona.

Esta parte de Normandía también destaca por sus pueblos con encanto. Uno de los más espectaculares es Saint-Vaast-la-Hougue. Esta localidad forma parte de un espacio único declarado Patrimonio de la Humanidad, al que también pertenece la isla de Tatihou.

12. Le Havre, un destino único que ver en Normandía

Le Havre fue prácticamente destruida duranrte la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, en la actualidad es uno de los destinos imprescindibles que ver en Normandía. ¿El motivo? Tras su aniquilación casi total durante la contienda, la ciudad fue reconstruida por Auguste Perret. Este arquitecto diseñó una urbe con un estilo único, combinando armonía, modernismo y audacia.

Un paseo por el centro de Le Havre ofrece la oportunidad de admirar esta arquitectura innovadora, en particular la iglesia Saint-Joseph. Esta obra maestra del urbanismo y el diseño destaca por su esbelto campanario, que se asemeja al de un faro. Otra visita obligada es el MuMa (Museo de Arte Moderno André Malraux), que cuenta con excepcionales obras impresionistas y neoimpresionistas. Destacan especialmente los cuadros de Monet y Delaunay, entre otros, que dan testimonio de la riqueza artística de los siglos XIX y XX.

Le Havre es además un importante destino para cruceros. Si vuestro barco atraca en la ciudad, podéis realizar esta excursión a París para cruceros.

13. Los meandros del Sena, el cauce de la ruta de las abadías

El Parque Natural Regional de los Meandros del Sena Normando es otro de los grandes espacios naturales de la región. Los verdes paisajes del curso del río están salpicados además por pequeños pueblos con mucho encanto. Entre los más relevantes, destacan Barneville-sur-Seine, Yville-sur-Seine y Saint-Maurice-d’Ételan.

Sin embargo, la zona no solo destaca por sus pueblos y espacios naturales. Junto al curso del río Sena también podréis disfrutar de la llamada ruta de las abadías. En este itinerario tan especial encontraréis los cenobios de Jumièges, Saint-Wandrille y Saint-Georges de Boscherville. ¡Tres cenobios únicos que os permitirán viajar en el tiempo!

14. Fécamp, uno de los palacios más bonitos de Normandía

Situada en la Costa de Alabastro, Fécamp es otro de los lugares imprescindibles que ver en Normandía. Su coqueto puerto, el Bassin Bérigny, es un lugar ideal para pasear. También destaca por las numerosas cafeterías y restaurantes de sus alredores.

No obstante, el gran atractivo de Fécam es el Palacio Bénédictine. Construido a finales del siglo XIX en estilo neogótico, este majestuoso edificio alberga la destilería del famoso licor Bénédictine. Lo más curioso de esta bebida milenaria es su receta secreta, que aún hoy sigue sin ser desvelada.

15. Giverny, el pueblo que cautivó a Monet

Terminamos esta lista sobre qué ver en Normandía en Giverny, mundialmente conocido por ser el lugar donde Claude Monet pasó los últimos años de su vida. En este cautivador pueblo el pintor impresionista encontró inspiración para algunas de sus grandes obras maestras, como la serie Nenúfares.

En la actualidad, los jardines de Monet en Giverny son un auténtico placer para la vista. El jardín acuático, con su famoso puente japonés y sus nenúfares, es sin duda uno de los lugares más emblemáticos de la región. El jardín de flores, por su parte, es un cuadro vivo donde podréis perderos por los senderos bordeados de parterres, rosas y lavandas, en un ambiente tranquilo e inspirador.

Si queréis conocer la última morada de uno de los grandes pintores del impresionismo, no os podéis perder esta excursión a la Casa de Monet en Giverny desde París.

Pueblos con encanto, paisajes de ensueño retratados por artistas, lugares donde conocer (y no olvidar) la historia, coquetos espacios naturales… En suma, si vais al noroeste de Francia, podéis disfrutar de numerosas actividades, excursiones y visitas guiadas en Normandía.