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Qué ver en Oslo: 10 lugares para conocer la capital de Noruega

Varios barcos en el pequeño puerto de Oslo frente a las dos torres de ladrillo del Ayuntamiento
La capital de Noruega es la ciudad más grande del país. Su fiordo y su Palacio Real son algunos de los imprescindibles que hay que ver en Oslo.
9 mayo 2025

La capital de Noruega es la ciudad más grande del país, un destino que combina a la perfección sus raíces vikingas con una arquitectura moderna y vanguardista. Muchos turistas llegan a este lugar antes de iniciar un viaje a los fiordos noruegos, pero no hay que olvidar que esta urbe tiene mucho que ofrecer a sus visitantes. ¿Ganas de descubrir cuáles son los imprescindibles que hay que ver en Oslo?

De su época vikinga, que se remonta al año 800, nos queda un importante legado museístico. Pero Oslo es mucho más que museos. Naturaleza, arte, historia y una rica gastronomía se mezclan a la perfección en cada una de sus calles. Para exprimir la ciudad como se merece, hemos preparado un itinerario sugerido de este a oeste para conocer sus lugares más emblemáticos. A medida que desvelamos estos importantes iconos, iremos proponiendo algunos consejos y planes para aprovechar al máximo los días en la capital de Noruega, como un free tour por Oslo o un paseo en barco por su fiordo. ¡Vamos allá!

1. Ópera de Oslo

El edificio de la Ópera es uno de los más famosos que hay que ver en Oslo. Este icono de las artes escénicas data del año 2008, de ahí su aspecto innovador y vanguardista. La construcción, levantada en primera línea del mar y con una forma que recuerda a un iceberg, parece adentrarse en el fiordo. Es uno de los monumentos más fotografiados de la capital de Noruega.

Subir a su terraza-mirador es completamente gratis. Desde ahí, se obtienen unas increíbles panorámicas de la ciudad más grande del país y de sus costas. ¡Momento foto! Eso sí, para acceder a sus salas, es necesario reservar una visita guiada en su web oficial o, bien, comprar tickets para alguna de sus representaciones.

A escasos pasos de la Ópera se encuentra la biblioteca pública Deichman Bjørvika. Quizás no es la biblioteca más bonita del mundo, pues su decoración es más bien moderna y minimalista, pero la vista bien merece la pena. Tiene un total de seis pisos y cuenta con pequeños y tranquilos espacios para descansar. Algunas de estas áreas, incluso, con vistas al fiordo. Además, la entrada es gratuita. ¿Qué más se puede pedir?

Arquitectura vanguardista que combina cristal con bloques blancos en la Ópera de Oslo
La Ópera de Oslo sirve de espacio para las artes escénicas y como mirador

2. El Tigre

Saliendo de la Ópera localizamos la estación central, en cuyos alrededores descansa la mítica escultura de El Tigre de Oslo, todo un personaje ilustre. Se trata de una obra de arte hecha en bronce y que mide unos 4,5 metros de largo.

La escultura fue realizada por la artista noruega Elena Engelsen para celebrar la entrada del país al nuevo milenio del año 2000. ¿Por qué este animal? Porque la capital ha sido conocida desde tiempo atrás como Tigerstaden, o lo que es lo mismo, la ciudad del tigre. Se cree que este apodo proviene de un poema del año 1870 donde se utiliza la metáfora de la lucha de este felino contra un caballo para simbolizar el carácter fiero de Oslo. Sea como sea, lo cierto es que es otro de los elementos más fotografiados de este destino.

Una escultura de un tigre hecho de bronce
El Tigre es uno de los iconos que hay que ver en Oslo, todo un símbolo de la capital de Noruega

3. Catedral del Salvador de Oslo

La calle Karl Johans es la más importante de la ciudad. Aquí se disponen tiendas y diferentes monumentos, siendo la catedral del Salvador uno de los más emblemáticos. Este templo barroco tiene sus raíces en el siglo XVII y sustituyó a una catedral anterior que había quedado destruida como consecuencia de un terrible incendio. Se cree que el reloj de su torre es uno de los más antiguos de todas las iglesias de Noruega.

La entrada al monumento es gratuita aunque, en ocasiones, se celebran recitales de coro y órgano que sí requieren pago previo. Llama la atención junto al santuario el conjunto escultórico Jernrosene o Iron Roses, que rinde homenaje a las víctimas de los atentados de Noruega de 2011.

La Catedral y el memorial se encuentran muy cerca de la estación, a unos 10 minutos a pie. Aunque, también es posible ir hasta aquí en tranvía. En caso de querer disfrutar de transporte ilimitado, la tarjeta turística Oslo Pass es la perfecta aliada. Por si esto fuera poco, este sistema incluye el acceso a los mejores museos que hay que visitar Oslo.

Una catedral de fachada de ladrillo y con una torre de reloj frente a un conjunto de árboles
La catedral del Salvador es uno de los monumentos imprescindibles que hay que ver en Oslo

4. Parlamento Noruego

Otra de las construcciones destacadas de la calle Karl Johan es el Parlamento Noruego o Stortinget, donde se reúnen los diputados y diputadas de este país. El edificio data de 1866, por lo que lleva más de 150 años siendo la sede del poder legislativo. Curiosamente, su arquitecto era de origen sueco no noruego.

Cabe mencionar que el inmueble fue ocupado por tropas nazis durante la Segunda Guerra Mundial. De hecho, fue utilizado como cuartel. Para conocer todo sobre su pasado, el edificio organiza visitas guiadas, aunque suelen limitarse exclusivamente al verano al ser su temporada alta a nivel turístico. Para estar atento, conviene visitar su página oficial antes de acudir. En cualquier caso, incluso cuando está cerrado al público, conviene acercarse a contemplar su fachada dado su importante valor a nivel histórico y patrimonial.

Otra opción para indagar en el pasado de este inmueble y de otros monumentos cercanos es reservar un tour privado por Oslo. Contaréis con un guía solo para vosotros y podréis personalizar el recorrido.

Escultura de un león de piedra frente a un edificio de escasa decoración pero con una bandera de Noruega
El parlamento noruego se encuentra a mitad de camino entre la Catedral y el Palacio Real

5. Palacio Real de Oslo

Siguiendo la arteria principal de Karl Johan se llega al Palacio Real, otro de los imprescindibles que hay que ver en Oslo. Es la residencia oficial de la Familia Real de Noruega, un espléndido palacete cuyos orígenes nos llevan al siglo XIX.

El monumento suele abrir al público para la realización de visitas guiadas en verano. ¿Ganas de descubrir algunos de sus más de 170 salones? Por otra parte, sus majestuosos jardines son de acceso libre, aunque suelen estar abiertos exclusivamente desde finales de la primavera y hasta principios del otoño.

No obstante, uno de los grandes atractivos de esta zona es el cambio de guardia de sus soldados. Este acto militar, que tiene unos 40 minutos de duración, es una auténtica atracción turística. Tiene lugar diariamente a las 13:30 horas y es especialmente llamativo por su solemnidad. Asistir a este evento es un plan casi obligado que hacer en Oslo.

Vista aérea del Palacio Real de Oslo, un edificio de color amarillo en mitad de una explanada rodeada de árboles y con una escultura frente a su pórtico
El cambio de guardia del Palacio Real de Oslo es toda una atracción turística

6. Ayuntamiento de Oslo

¿Pensando en otros planes gratis que hacer en Oslo? Visitar su ayuntamiento es 100% gratuito y, aseguramos, merece mucho la pena. ¿Sabíais que aquí se entrega el Premio Nobel de la Paz? Aunque el resto de galardones se otorgan en Estocolmo, este honor especial recae en la capital de Noruega cada año. De hecho, muy cerca del consistorio se asienta un museo centrado en estos premiados.

El Ayuntamiento es un lugar de contrastes. Por fuera, su fachada de ladrillo y sus dos torreones le dan un aspecto sobrio que contrarresta de lleno con su hall exquisitamente decorado. Su interior sorprende por sus gigantescos murales, realizados por diferentes artistas noruegos, así como por las vistas al fiordo que ofrecen sus ventanales. Por no hablar de las piezas de gran valor histórico que se disponen por sus salones y pasillos.

Una puerta de madera muy decorada, con esculturas y vidrios, perteneciente al ayuntamiento de Oslo
La entrada al ayuntamiento de Oslo es totalmente gratuita

7. Fortaleza Akershus

Considerada como una de las principales atracciones turísticas que ver en Oslo, la fortaleza de Akershus es una de las construcciones más antiguas de la capital de Noruega. Un impresionante castillo de origen medieval que ha sido escenario de numerosas batallas. Igualmente ha sido utilizado como prisión y sigue funcionando en la actualidad como área militar.

Fue construido hacia el año 1300, aunque parte de las estructuras que vemos hoy en día corresponden a una reforma llevada a acabo en el siglo XVII. Durante mucho tiempo, esta fortaleza cotribuyó a la defensa de la ciudad y cuenta ahora con varios museos, como el de las Fuerzas Armadas o el de la Resistencia.

Por si esto fuera poco, debido a su altura, la fortaleza ofrece una perspectiva realmente bonita del fiordo. Se puede adquirir la entrada individual en taquilla u optar por la Oslo Pass para acceder directamente.

Fortaleza Akershus
Fortaleza Akershus

8. Fiordo de Oslo

Sabemos que el fiordo de Oslo no es tan impactante como otros de los que podemos ver en el oeste del país, pero eso no le resta importancia. Conocido localmente como Oslofjord, tiene 100 kilómetros de longitud y se diferencia de otros fiordos porque su origen no es glaciar, sino simplemente un acceso del mar que se va adentrando sutil y hermosamente por la ciudad.

Un dato curioso, a lo largo del fiordo se disponen numerosas islas y localidades que concentran el 40% de la población total del país. Casas de madera de vivos colores, embarcaderos, pequeños cafés y playas para disfrutar de un chapuzón estival confluyen en este área. ¡Pura magia noruega!

Para disfrutar de este entorno, algunas rutas martítimas por la zona son las siguientes:

Varias casas de madera, de colores rojizos y amarillos, rodeadas de vegetación frente a las aguas esmeraldas del fiordo de Oslo
El fiordo de Oslo enamora con sus casas de madera y su frondosa vegetación

9. Museo del Pueblo Noruego y Museo del Fram

La península de Bygdøy, conectada tanto por tierra como por mar, alberga diferentes exposiciones que son de gran importancia para entender el pasado de estas tierras vikingas. Uno de sus espacios más visitados es el Museo del Pueblo Noruego o Norsk Folkemuseum. Se trata de un área al aire libre que recrea calles, comercios, casas y santuarios de varias regiones del país. Gasolineras, farmacias, tiendas de alimentación antiguas y hasta una iglesia de madera se reparten en esta especie de parque temático de la historia y la cultura. Como añadido, los empleados visten con las ropas tradicionales.

Pero, si algo caracteriza a Oslo, es su larga tradición marinera. Por ello, el Museo del Fram alberga un imponente navío utilizado para realizar importantes expediciones polares entre 1893 y 1912. En caso de querer conocer uno de los barcos de madera más resistentes del mundo, este museo es para vosotros.

Para llegar a la isla donde se encuentran estos museos, el autobús turístico de Oslo es una muy buena opción. Asimismo, este servicio de transporte conecta con otras importantes atracciones de este destino.

Navío Fram, un barco de madera de grandes dimensiones en el interior de un museo de Oslo
Navío de Fram, uno de los barcos históricos mejor conservados de Noruega

10. Parque Vigeland

¿Más lugares que visitar en Oslo? No queremos acabar este recorrido sin hablar del parque Vigeland, un pulmón verde perfecto para desconectar en sus más de 30 hectáreas de extensión. Se encuentra ligeramente a las afueras, pero está perfectamente conectado en transporte público, por lo que ir desde el centro apenas lleva unos 25 minutos.

Más allá de su extensa superfice arbolada, esta área de esparcimiento cuenta con más de 200 esculturas, convirtiéndose en un auténtico museo al aire libre. Estas piezas son obra del artista noruego Gustav Vigeland, de ahí el nombre del parque. Aunque hay muchas, una de las más conocidas es el niño enfadado, o Sinnataggen, que se encuentra en un puente junto a otras muchas obras. Cerca de él destaca un gran monolito de granito de 17 metros de altura que simboliza al ser humano en diferentes etapas de la vida, desde la infancia hasta la vejez. La calidad de sus detalles son excepcionales, lo aseguramos.

Para indagar en todos los secretos de este lugar y descubrir sus rincones más bonitos, nada mejor que unirse en un tour por el Parque Vigeland. ¿Quién se anima?

Esculturas del Parque Vigeland, varias obras de arte al aire libre con formas humanas rodeando una fuente
Las eculturas del parque Vigeland son realmente ricas en detalles

Cómo ir del aeropuerto de Oslo al centro

Al aterrizar en la ciudad, existen varias formas para ir del aeropuerto de Oslo al centro. Una de ellas son los trenes regionales o el Flytoget Airport Express Train, el tren exprés del aeropuerto. Las paradas de Nationaltheatret o la estación central suelen ser las más habituales entre los turistas. El viaje dura unos 20 minutos y, dependiendo de la ubicación del alojamiento, es posible que sea necesario utilizar el metro o el travía para llegar al hotel.

Otra opción es el autobús, cuya ruta es más económica, pero requiere más tiempo. En caso de optar por un medio de transporte privado, es posible tomar taxis o, mejor aún, optar por un servicio de traslado con precio cerrado. Esta última opción es especialmente interesante para quienes viajen en grupo o con equipaje voluminoso, ya que ofrece el servicio más personalizado para llegar al centro de Oslo.

Cómo ir de Oslo a Bergen

Oslo es famoso por ser la capital de Noruega. Sin embargo, bien es sabido que los fiordos noruegos son otro de los grandes atractivos turísticos de este país. En este sentido, cabe decir que Bergen es uno de los destinos más importantes que hay que visitar en los fiordos noruegos. Por este motivo, es habitual dar el salto hasta aquí después de conocer la ciudad más grande del país.

¿No sabéis cómo ir de Oslo a Bergen? Existen varias opciones, cuya elección dependerá del presupuesto para la escapada y de vuestros propios gustos personales. La forma más rápida y cómoda es el avión, ya que ambos destinos están conectados por diferentes líneas aéreas y el trayecto dura menos de una hora. Es quizás la alternativa más cara, pero dependiendo de la temporada y la antelación de la reserva se pueden encontrar billetes bastante asequibles.

La ruta en coche de alquiler o coche propio puede durar unas siete u ocho horas. No obstante, puede ser una oportunidad única para hacer paradas y conocer otras regiones. Si bien es cierto que el principal problema de esta opción es el precio del carburante. Destacamos por ello la opción de ir en autobús o tren. Aunque la duración es muy similar, suele reducir el coste del viaje considerablemente.

Vista aérea de las casas de colores frente al mar y una de las colinas de Bergen en un día despejado
Bergen es la capital de los fiordos noruegos, un destino de lo más mágico

Ya está claro qué hacer y qué ver en Oslo, ¿verdad? Ahora solo queda disfrutar de este destino como se merece y empezar a recorrer sus calles, ya sea por libre o de forma guiada. Para consultar más planes en la ciudad, recomendamos siempre consultar el catálogo actualizado de excursiones, visitas guiadas y actividades en Oslo. ¡Las opciones son múltiples y variadas!

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