Qué ver en Verona: 10 lugares para visitar en uno o dos días

La ciudad que inspiró al famoso dramaturgo William Shakespeare para ambientar su célebre obra Romeo y Julieta es, sin duda, uno de los destinos más bonitos de Italia. No en vano millones de enamorados visitan este lugar año tras año. ¿Deseando ser los siguientes en explorar sus bonitas calles? Desde Civitatis Magazine desvelamos qué ver en Verona en uno o dos días organizando a modo de guía una ruta sugerida para conocer sus monumentos y plazas más emblemáticos.
¿Sabíais que el casco antiguo de Verona está declarado Patrimonio de la Humanidad? ¿Y que antaño fue el nexo de unión de cuatro de las principales calzadas del Antiguo Imperio Romano? ¿O que era uno de los lugares de descanso preferidos del mismísimo Julio César? De todos estos fascinantes capítulos históricos y muchos otros ha quedado un imponente legado monumental.
Un consejo viajero. Para indagar en este pasado y empezar a orientarse en estas tierras, un free tour por Verona o un tour privado pueden ser dos actividades perfectas para comenzar.
1. Arena de Verona
Comenzamos esta ruta por los imprescindibles que hay que ver en Verona descubriendo su monumento más emblemático. Se trata de la Arena de Verona, uno de los anfiteatros romanos más grandes de Italia. Tanto así que su tamaño solo es superado por el Coliseo de Roma y el anfiteatro de Capua. De hecho, podía acoger hasta 30.000 espectadores.
Como curiosidad, el monumento estuvo a punto de caer en el olvido tras un terrible terremoto ocurrido en el año 1117. Sin embargo, las obras de restauración iniciadas en el Renacimiento han permitido que llegue a nuestros días. ¡Una auténtica joya!
Para descubrir más sobre su historia y acceder a su interior, recomendamos reservar la visita guiada por la Arena de Verona.

2. Casa de Julieta
Verona es sinónimo de Romeo y Julieta. La célebre tragedia de Shakespeare ha convertido a esta ciudad en un rincón perfecto para una escapada de enamorados. Y, aunque la obra teatral no acababa precisamente con un “y comieron perdices”, la historia de amor de sus dos protagonistas es todo un referente mundial.
Pero… ¿dónde está la casa de Julieta Capuleto? Cerca de la plaza de las Hierbas se encuentra un edificio del siglo XII que perteneció a una familia de apellido dal Capello. Dada la similitud semántica, se cree que aquí transcurre la historia del dramaturgo inglés. Sin embargo, hay que aclarar que el famoso balcón del suicidio de Romeo no se construyó hasta el siglo XX, cuando este lugar se convirtió en un imán para turistas y enamorados.
Como es un lugar enormemente popular, es aconsejable reservar la entrada a la casa de Julieta con antelación para evitar las largas colas que se forman en sus taquillas. De esta manera, se garantiza el acceso y se evitan problemas de aforo. En caso de querer visitar la tumba de Julieta, se dice que ésta se encuentra en el interior del convento de San Francesco al Corso que actualmente acoge el Museo de Frescos de Verona.

3. Piazza delle Erbe
El palacio Maffei con su exquisita decoración barroca, la torre del Gardello con uno de los relojes mecánicos más antiguos de Europa, la Casa de los Mercaderes y su solemne fachada enladrillada, la fuente de la Madonna Verona… Son solo algunos de los monumentos que se encuentran en la piazza delle Erbe. ¡Un auténtico museo al aire libre!
Además, en este mismo punto se encuentra la torre de los Lamberti, que con sus 84 metros de altura es la más alta de la ciudad. Por si esto fuera poco, en esta plaza se organiza diariamente un mercadillo al aire libre donde se pueden adquirir infinidad de souvenirs, piezas de artesanía y productos típicos de la gastronomía local.

4. Iglesia de Santa María Antica
Atravesando la piazza delle Erbe se llega a la piazza dei Signori, que destaca por albergar una escultura de Dante Alighieri, y seguidamente se alza la iglesia de Santa María Antica, cuyo aspecto más llamativo es su camposanto exterior. Se trata de un cementerio privado que alberga los restos mortales de los señores della Scala o Scaligeri, un importante linaje que gobernó la ciudad en tiempos medievales.
Los monumentos fúnebres de Santa María Antica, de estilo gótico, sorprenden por su gran variedad de esculturas y ornamentos. ¡Una auténtica obra de arte que ver en Verona!

5. Basílica de Santa Anastasia
¿Más santuarios que ver en Verona? La basílica de Santa Anastasia, cuya construcción se inició en el año 1290, se alza como un ejemplo perfecto del gótico italiano. De igual modo, es una de las iglesias más grandes de la ciudad.
Aunque su interior está repleto de obras de arte en diferentes capillas, uno de sus elementos más fotografiados son las pilas bautismales. Éstas están sostenidas por jorobados que simbolizan los grandes esfuerzos realizados para construir el templo.

6. Catedral de Verona
Como en la mayoría de localidades católicas, en Verona se alza una hermosa catedral. El Duomo fue levantado en honor a Santa María Matricolare sobre las ruinas de dos iglesias anteriores que habían sido seriamente afectadas por el terremoto del siglo XII.
En el interior del templo destaca la bóveda pintada que recuerda al Panteón de Agripa de Roma, así como su coro y diferentes obras de arte litúrgico. Una visita prácticamente obligada que hacer en Verona.

7. Puente de Piedra
El Puente de Piedra es el monumento romano más antiguo que hay que ver en Verona. Sus orígenes nos llevan hasta el siglo I y, aunque fue bombardeado durante la Segunda Guerra Mundial, se reconstruyó con sus mismas piedras originales. Curioso, ¿verdad?
Esta construcción se puede cruzar a pie en cualquier momento del día o la noche, pero es especialmente mágica al atardecer. Ver la puesta de sol desde el Puente de Piedra mientras se oye el fluir del río Adigio y se divisan las torres y casas de Verona es un auténtico placer para los sentidos.

8. Castillo de San Pietro
¿Ganas de visitar uno de los mejores miradores de Verona? Para ello, conviene subir hacia el castillo de San Pietro. Este edificio militar está cerrado al público pero es igualmente popular por las increíbles vistas panorámicas que ofrece desde sus alrededores.
Desde la piazzale Castel San Pietro se puede divisar perfectamente el Puente de Piedra, el río Adigio, la torre de los Lamberti, varios campanarios y otros muchos iconos monumentales. Sin duda, uno de los lugares más instagrameables de la ciudad. ¡Momento foto!
Aunque se puede llegar hasta el castillo a pie, otra forma sencilla y cómoda para ir es adquiriendo billetes para el autobús turístico de Verona. Este transporte conecta los principales monumentos y lugares de interés de este destino para hacerlos accesibles para todos los visitantes. Asimismo, existe la posibilidad de subir en funicular hasta la fortaleza.

9. Teatro romano de Verona
No muy lejos del castillo de San Pietro localizamos el teatro romano de Verona, otro de los monumentos que nos conectan con los tiempos del Antiguo Imperio. Al igual que el Puente de Piedra, data del siglo I, aunque permaneció oculto durante cientos de años. No fue hasta el siglo XIX cuando se descubrieron sus ruinas tras realizarse varias excavaciones en la zona. Desde entonces, se ha convertido en todo un símbolo de la región de Véneto.
Actualmente, se puede visitar tanto el yacimiento como el museo arqueológico anexo. Pese a que su estado de conservación no es tan bueno como el de la Arena de Verona, sigue siendo uno de los teatros romanos más importantes del norte de Italia. Como añadido, durante los meses de verano suele utilizarse para representaciones escénicas.

10. Castelvecchio
Otro de los monumentos imprescindibles que ver en Verona es el Castelvecchio. Para muchos, es el edificio medieval más espectacular de la ciudad. Visitando esta fortaleza conoceréis todo del linaje de los Scaligeri, la familia señorial que dominó Verona entre los siglos XIII y XIV. Efectivamente, el mismo linaje que está enterrado en el cementerio de la iglesia de Santa María Antica y que contribuyó económicamente a la construcción de la basílica de Santa Anastasia.
El bastión fue levantado por orden de Cangrande II della Scala con el objetivo de defenderse ante posibles ataques enemigos. La fortaleza llama la atención por su aspecto rojizo, al ser de ladrillo, por sus torreones y por el propio puente que preside su entrada.
La fortaleza es del siglo XIV y es la sede de uno de los mejores museos de Verona. Además, está considerado como uno de los espacios museísticos más importantes de Italia. Pinturas, esculturas, piezas arqueológicas, armas y otros muchos objetos de diferentes épocas están presentes en esta exposición. Una visita obligada para los amantes del arte.

¿Qué comer en Verona?
Si hay un producto que se ha hecho famoso de la gastronomía de esta ciudad, ese es el pandoro. Este dulce típicamente navideño fue creado en estas tierras allá por el siglo XIX. ¿Sabíais que su nombre proviene de ‘pan de oro’? No dudéis en visitar uno de los muchos restaurantes de Verona especializados en este bizcocho espolvoreado con azúcar glas. ¡Pura delicia!
¿Apetece más algo salado? ¡Ningún problema! Otro de los platos exquisitos es el risotto. ¡Hay de muchas variedades! Por otra parte, unirse a una degustación de quesos locales o una cata de vinos puede ser otro gran plan que hacer en Verona.

Ahora que ya hemos repasado los iconos que hay que ver en Verona, solo queda empezar a explorar la ciudad disfrutando de sus bellos rincones y probando su deliciosa gastronomía. Un destino perfecto tanto para enamorados como para un viaje en solitario, con amigos o con familia. Verona no es muy grande, pero sorprende por su historia y conquista a todos, ya sea por sus miradores, por sus monumentos o por sus vínculos con Shakespeare.
Para seguir investigando en los mejores planes que hacer en Verona, el catálogo de visitas guiadas y actividades de Civitatis es perfecto. Aquí se ofrecen experiencias no solo en el casco antiguo sino, también, para explorar sus alrededores, como una excursión al lago de Garda u opciones de traslados a Verona desde Bérgamo, Milán u otros lugares cercanos.