Europa

Provenza francesa: ruta por sus 10 pueblos más bonitos

Una mujer recorriendo un campo de lavanda en la Provenza francesa
Aviñón, Arlés, Gordes, Roussillon... Si no sabéis qué ver en la Provenza francesa, os recomendamos los 10 pueblos más bonitos de esta región.
18 julio 2025

Campos de lavanda, calas de aguas turquesas, calles medievales, un extraordinario clima mediterráneo… Desde luego, el sureste de Francia cuenta con numerosas razones por las que merece la pena una visita. Por ello, queremos hablaros sobre qué ver en la Provenza, una región única que cautiva no solo por sus paisajes, sino también por su gastronomía y por la calidez de sus gentes.

Si estáis buscando excursiones, visitas guiadas y actividades en la Provenza francesa, pero todavía no tenéis claro qué municipios visitar, os recomendamos a continuación los 10 pueblos más bonitos de la región. Desde el Palacio Papal de Aviñón hasta las calas de Cassis, pasando por las calles medievales de Saint-Rémy o la naturaleza de Moustiers, hay un sinfín de planes. ¿Nos acompañáis a descubrir las propuestas más cautivadoras?

1. Aviñón, la antigua sede de los Papas díscolos

Comenzamos esta ruta sobre qué ver en la Provenza francesa en Aviñón, donde se encuentra el Palacio Papal. ¿Sabíais que es el edificio gótico más grande de Europa? Este majestuoso complejo se encuentra justo al lado de la catedral de Notre-Dame-des-Doms, otra de las joyas de la ciudad. Muy cerca, a tan solo unos pasos, se ubica el puente de Saint-Bénezet, una pasarela de piedra que no llega a cruzar del todo el río Ródano, ya que se queda a medio camino. ¿Por qué los Papas díscolos eligieron vivir en esta zona del sur de Francia? ¿Por qué el puente está incompleto? Podéis responder a estas preguntas en esta visita guiada por Aviñón y el Palacio Papal.

Sin embargo, la ciudad no solo destaca por su extraordinario patrimonio histórico. Durante el Festival de Aviñón, que se celebra en julio, la urbe se convierte en un enorme escenario donde se reúnen artesanos, pintores callejeros y aficionados al teatro. Si, en cambio, decidís hacer una visita fuera de temporada, también hay muchas opciones. Podréis disfrutar de su ambiente más tranquilo tomando una copa en una terraza, explorando sus calles empedradas o visitando sus mercados gourmet. ¡El de Les Halles, por ejemplo, deleitará a los amantes de la gastronomía provenzal!

Además, si tenéis coche, a solo media hora de Aviñón podréis descubrir uno de los principales vestigios romanos de la Provenza con esta entrada al Pont du Gard. ¡Uno de los acueductos más espectaculares de Francia!

Vista aérea de una ciudad medieval, con un puente de piedra en primer plano cruzando un río (el puente está incompleto)
El puente de Aviñón está incompleto, ya que no llega a cruzar del todo hasta la otra orilla del río Ródano

2. Les Baux-de-Provence, arte en una antigua cantera

Encaramado sobre un promontorio rocoso, Les Baux-de-Provence posee una belleza incomparable. De hecho, está considerado como uno de los pueblos más bonitos de la Provenza. ¡Y no es para menos! Sus calles medievales, su castillo y sus casas de piedra le otorgan un encanto muy especial. Además, el pueblo cuenta con numerosos miradores que ofrecen unas extraordinarias panorámicas del macizo de los Alpilles.

El otro gran atractivo de Les Baux son las famosas Carrières de Lumières. Se trata de unas antiguas canteras de piedra convertidas en la actualidad en un centro de artes digitales. Sobre sus paredes, se proyectan distintas exposiciones inmersivas en las que las obras de Van Gogh, Cézanne o Vermeer cobran vida acompañadas de música.

En este tour por la Provenza desde Aviñón, recorreréis distintos pueblos de la región. La ruta incluye una parada en Les Baux, donde podréis apreciar sus espectaculares paisajes.

Una mujer contemplando desde un mirador Les Baux, uno de los imprescindibles que ver en la Provenza francesa
Podréis contemplar el pueblo de Les Baux desde uno de los numerosos miradores de sus alrededores

3. Gordes, una de las joyas que ver en la Provenza francesa

Si tecleáis las palabras “campos de lavanda Provenza” en cualquier buscador de Internet, lo más probable es que os aparezca una foto de Gordes. Y es que este pueblo de la Provenza destaca, precisamente, por sus extensas plantaciones de lavanda, que tiñen de violeta el mes de julio. Desde la entrada del pueblo, la vista del valle del Luberon es impresionante: un paisaje digno de un cuadro.

Otra de sus grandes joyas es su castillo medieval, situado en el corazón de la localidad. En esta fortaleza conoceréis la historia de los señores de Gordes, que dominaron buena parte de la zona. Si, en cambio, preferís propuestas gastronómicas, debéis visitar el municipio un martes. Ese día, la plaza principal alberga un gran mercado en el que podréis comprar aceitunas, quesos, miel y productos elaborados con lavanda. Sin duda, se trata de un auténtico festín para los sentidos.

Si queréis conocer los campos violetas más famosos de la Provenza, no podéis perderos esta excursión a los campos de lavanda de Valensole, Gordes y Roussillon desde Marsella.

Campo de lavanda con una abadía medieval de fondo
En julio, los campos de lavanda de Gordes se tiñen de malva

4. Rousillon, una explosión de colores dominando el paisaje

En toda lista que se precie sobre qué ver en la Provenza francesa, no puede faltar una visita a Rousillon, uno de los pueblos más cautivadores de la región. ¿El motivo? Su extraordinaria gama cromática, ya que la localidad es una auténtica explosión de color. Las fachadas rojas, naranjas y amarillas de las casas del pueblo se inspiran directamente en las canteras que lo rodean. Al pasear por sus estrechas calles, sentiréis como si pisarais la paleta de un pintor.

Si os gusta caminar, estáis de suerte. Le Sentier des Ocres es un camino natural que hará las delicias de los amantes del senderismo. Esta ruta ofrece un mágico paseo por canteras cuyo paisaje es similar al de Marte, pero con aroma a pino y lavanda. Y, por supuesto, con el inconfundible clima mediterráneo de la comarca.

Esta excursión a Roussillon desde Aix os permitirá además conocer otros pueblos de la región, como Gordes, Lourmarin y Bonnieux.

Detalle de unas casas típicas de la Provenza pintadas con vivos colores
Rousillon destaca por sus preciosas casas y edificios pintados con vivos colores

5. Arlés, el pueblo de la Provenza francesa que cautivó a Van Gogh

Terraza de café por la noche, uno de los cuadros más famosos de Vincent van Gogh, captó a la perfección el ambiente nocturno de Arlés. En esta ciudad provenzal, el pintor holandés plasmó otra de sus obras más conocidas, en las que retrató su dormitorio. Y es que la localidad es una ciudad única, donde la huella del autor de Los girasoles se deja sentir en cada esquina.

No obstante, se trata de un destino que no solo gusta a los amantes del arte, sino también a los aficionados de la historia, que no pueden perderse las Arenas de Arlés. Este antiguo anfiteatro romano, uno de los mejor conservados del sur de Francia, se sigue utilizando hoy en día para espectáculos de teatro y corridas de toros.

Si queréis descubrir la ciudad que tanto inspiró a Van Gogh con un guía solo para vosotros, no podéis perderos este tour privado por Arlés con guía en español.

Vista aérea de una ciudad, con un anfiteatro romano en primer término
El anfiteatro romano de Arlés se ubica en pleno centro de la ciudad

6. Aix-en-Provence, la ciudad de Paul Cézanne

Ya que hemos hablado de cuánto inspiró Arlés a Van Gogh, continuamos esta lista sobre qué ver en la Provenza francesa yendo a Aix-en-Provence, la ciudad que vio nacer a Paul Cézanne. Este otro artista, esta vez postimpresionista, guarda también una gran conexión con la región. Una estatua en el centro de la urbe recuerda su figura.

Además de descubrir aquellos lugares que inspiraron a Cézanne, otro plan en Aix es pasear por el Cours Mirabeau, un popular bulevar rodeado de árboles. Cuenta además con múltiples cafés, en los que podréis sentaros a tomar algo antes de continuar hacia otros emblemáticos puntos. Entre ellos, no podéis dejar de visitar la seo de San Salvador o la iglesia de la Orden de Malta.

Para descubrir todo el encanto del centro histórico, os recomendamos este free tour por Aix-en-Provence.

Calle con casas de colores y unas flores violetas en su parte frontal
Aix-en-Provence cuenta con numerosos rincones en los que perderse

7. Cassis, un pueblo de calas que es todo un tesoro que ver en la Provenza

Entre las localidades más pintorescas de la Provenza marinera, Cassis es sin duda una de los más populares. Este pequeño pueblo pesquero destaca por sus coloridos callejones, su mercado y sus acogedoras terrazas. Sin embargo, su principal atractivo son sus calas de aguas turquesas, ya que este municipio de las afueras de Marsella se encuentra junto al Parque Nacional de Calanques.

Desde el puerto de Cassis, podréis ir en barco o a pie hasta las calas de Port-Miou, Port-Pin y En-Vau. Todas ellas cuentan con un entorno de postal, donde podréis nadar en aguas cristalinas mientras contempláis sus acantilados blancos rodeados de pinos.

Si deseáis caminar hasta estas calas con un guía que os muestre el camino, podéis optar por esta ruta de senderismo por el Parque Nacional de Calanques.

Vista de la cala de aguas turquesas de Cassis, uno de los lugares imprescindibles que ver en la Provenza francesa
La calanque d’En-Vau se encuentra en las afueras de Cassis

8. Saint-Rémy-de-Provence, el asentamiento de la antigua Glanum romana

La historia del autor de Los girasoles en la Provenza también tiene una fuerte conexión con Saint-Rémy-de-Provence. En este pueblo se encontraba Saint-Paul-de-Mausole, el psiquiátrico en el que estuvo ingresado Van Gogh. El pintor permaneció durante un año en este centro para personas con enfermedades mentales, donde creó una de sus obras más conocidas: La noche estrellada.

A solo diez minutos a pie de Saint-Paul-de-Mausole se encuentra otro de los grandes tesoros de Saint-Rémy. Se trata del yacimiento romano de Glanum, un antiguo asentamiento de la Galia que aún conserva muchos vestigios de la época imperial.

Podéis sumergiros de lleno en la etapa del emperador Augusto reservando desde ya vuestras entradas al yacimiento de Glanum.

Arcos y torres de una antigua ciudad romana
Saint-Rémy cuenta con un importante yacimiento romano, el de la antigua ciudad de Glanum

9. L’Isle-sur-la-Sorgue, la puerta de entrada al Parque del Luberon

A pesar de su nombre, L’Isle-sur-la-Sorgue no es una isla. Se trata de un bello pueblo provenzal rodeado de canales, de ahí su denominación. El más destacado es el canal de La Sorgue, en cuyas orillas se localizan numerosos restaurantes y cafés, cuyas terrazas invitan al sosiego de una relajante pausa para tomar algo. Además, esta localidad se considera, sin lugar a dudas, como la puerta de entrada al Parque del Luberon. ¡Una de las joyas naturales del sur de Francia!

No obstante, si por algo es conocida L’Isle es por sus mercadillos, tiendas de artesanía y galerías de arte. Además, hay numerosos puestos callejeros distribuidos por todo el municipio, en los que podréis comprar pequeñas obras que engalanarán vuestro salón.

En esta excursión a Roussillon, Lourmarin y Gordes desde Marsella visitaréis además el mercadillo de L’Isle.

Detalle de un canal junto a unas casas de color naranja
L’Isle es uno de los pueblos imprescindibles que ver en la Provenza francesa

10. Moustiers-Sainte-Marie, una joya del Parque del Verdon

Para cerrar este repaso sobre qué ver en la Provenza francesa, nos vamos hasta Moustiers-Sainte-Marie, un pintoresco pueblo situado junto al Parque Natural Regional del Verdon. Sus famosas gargantas, conocidas como el “Gran Cañón europeo”, ofrecen paisajes espectaculares. Además, en la zona podréis practicar kayak, paddle surf, senderismo o natación. ¡Hay opciones para todos los gustos!

Por su parte, las aguas turquesas del lago Sainte-Croix son perfectas para un refrescante chapuzón. A solo media hora en coche de esta laguna se encuentra el pueblo de Moustiers, donde merece la pena perderderse por sus calles empedradas.

Si queréis recorrer el entorno de esta bella población, os recomendamos la excursión a Castellane, Moustiers-Sainte-Marie y lago Sainte-Croix desde Niza.

Pueblo medieval rodeado de una frondosa vegetación, con el campanario de una iglesia en primer término
El pueblo de Moustiers se halla rodeado de una frondosa vegetación

Pueblos medievales, gargantas naturales, calas de aguas turquesas, monumentos de un gran valor histórico, calles que inspiraron a pintores… En definitiva, los pueblos del sureste de Francia ofrecen grandes atractivos para todo tipo de gustos y presupuestos. ¿Ya habéis pensado qué ver en la Provenza francesa?

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