Bilbao a bocados, más allá de los pintxos

Es pensar en el País Vasco en general, o en Bilbao en particular, y empezar a salivar. Bien es sabido por todos que en España se come muy bien. De hecho, diríamos que puede ser uno de los destinos más importantes de la gastronomía a nivel mundial. Y no lo decimos solo nosotros, tan solo habría que mirar la cantidad de chefs nacionales que encontramos en las listas de los Premios la Academia Internacional de Gastronomía en los últimos años.
Para descubrir la buena gastronomía de España, no hace falta sentarse a una mesa con estrella Michelin, y es lo que pretendemos mostraros en Civitatis. Para ello, nos acercamos a Bilbao y emprendemos una ruta centrada en los deliciosos productos que ofrecen sus locales, desde los más tradicionales hasta los más vanguardistas.
La gastronomía bilbaína
La cocina de Bilbao cuenta con una personalidad y una autenticidad muy marcada. Para ello, son dos las características que se tienen que cumplir: que sean de proximidad y de muy buena calidad. Bajo estos dos pilares, los fogones vascos han conseguido crear platos que no se quedan obsoletos y que triunfan allá donde van. Productos tanto del mar como del interior son los protagonistas indiscutibles de su antiquísimo recetario y los que han llevado a la cocina de Euskadi a colarse en los paladares más exquisitos del mundo.

Bilbao cuenta con seis restaurantes con estrella Michelin. Independientemente del minucioso trabajo que desarrollan los equipos de cocina de estas casas, al ver sus exquisitos menús llama la atención una cosa: el homenaje al producto local que desarrollan en cada elaboración. Esta es la verdadera esencia vasca, cuidar los productos que se ofrecen en sus mercados y elevarlos a la máxima ponencia.
De pintxos por el Casco Viejo
Cualquier zona de Bilbao es perfecta para irse de pintxos, pero si nos tenemos que quedar con una en concreto, nos centraríamos en el Casco Viejo. Caminar por las siete calles que discurren perpendiculares a la ría es sinónimo de recorrer la historia de la ciudad. Bilbao se creó en torno a tres calles al margen derecho de la ría, y en el siglo XV se expandió con cuatro calles más. Este núcleo urbano está repleto de bares y tabernas especializadas en pintxos.
Turistas y locales frecuentan esta zona haciendo varias paradas para degustar estos deliciosos bocados. Os podríamos enumerar todos los bares que merecen la pena ser visitados, pero nos parece fundamental destacar Bacaicoa y sus chorizos al infierno, las anchoas del Songirzulo, la fusión entre lo tradicional y lo moderno en Gure Toki o la enorme barra llena de manjares del Bar Charly.

Pero la estrella de los pintxos es solo una, y se trata de las Gildas. ¿Cómo algo tan sencillo puede ser tan delicioso? Inventado por los hermanos Blas y Antxon Vallés, este pequeño bocado compuesto de anchoa, guindilla y aceituna causa furor entre todos los que la prueban.
El pescado, un elemento imprescindible
Si volvemos a poner el foco en la cocina tradicional de Bilbao, nos damos cuenta de que el mar es uno de los principales proveedores de la cocina vasca. Pescado y marisco se funden a la perfección con las verduras y hortalizas del interior creando platos que enamoran a todo aquel que los prueba. El bacalao es el ingrediente por excelencia de la cocina vasca, protagonizando recetas como el bacalao al pil pil, a la vizcaína, en tortilla o ahumado. ¡De todas las maneras posibles!

Siguiendo a este gran producto, otro de los platos estrella de la cocina de Bilbao es el marmitako, un sencillo guiso de bonito, patata, pimientos y cebolla que nos hace salivar tan solo con pensar en su delicioso sabor. Para que los amantes del pescado completen esta ruta, sugerimos hincarle el diente a las cocochas, a los txipirones en su tinta o a las angulas a la bilbaína, servidas en cazuelas de barro con ajo, gambas y aceite de oliva.
El queso Idiazábal, auténtico orgullo bilbaíno
La tradición es innegable en los platos de la cocina española, y durante nuestra ruta gastronómica por Bilbao creemos que está quedando bastante claro. Y si hablamos de costumbres, ¿qué ingrediente no puede faltar en una mesa vasca? ¡El queso! Pero más concretamente, hablamos del queso Idiazábal, producto hecho únicamente de leche de oveja y con un sabor muy intenso.

La ciudad cuenta con numerosas queserías en las que adquirir este delicioso producto. Ya sea solo el Idiazábal junto a un txacoli para el aperitivo, o en algún pintxo, ¡esta variedad es una apuesta segura!
¿Y para beber?
¿Cuál será el mejor maridaje para los platos tradicionales de Bilbao? Entre pescados, carnes, verduras y pintxos, necesitamos algo con que acompañarlo. Si estamos en los bares y tabernas del centro, lo más común será ver a los locales disfrutar de un txakoli, un vino blanco suave y algo ácido del que presumen los bilbaínos allá por donde van. Asimismo, si estáis en las barras de pintxos, no podéis dejar de pedir un zurito.
Siguiendo con la cultura vasca, la sagardoa es otro de los insustituibles. Esta especie de sidra hecha con el zumo fermentado de manzana ha visto cómo su popularidad ha crecido exponencialmente desde los años 80. Otra de las bebidas más antiguas y famosas del País Vasco es el patxaran, un licor que se lleva tomando en esta zona desde la Edad Media. ¡Hasta lo recomiendan para hacer la digestión después de una contundente comida!
Bollos de mantequilla, made in Bilbao
No podemos terminar de hablar de la gastronomía bilbaína sin fijarnos en los postres. El toque dulce a la comida la podemos encontrar en diferentes elaboraciones llenas de historia y que han conseguido alejar las penas y endulzar el paladar de las casas vascas desde hace siglos. La pantxineta es un imprescindible. Este pastel elaborado al horno está presente en casi cualquier celebración local. Se trata de un hojaldre relleno de crema pastelera y espolvoreado con almendra. ¡Sencillamente delicioso!
Otro de los básicos es la goxua, un bizcocho en almíbar acompañado de nata montada, crema pastelera y azúcar caramelizado. Si aún tenéis falta de azúcar en vuestro cuerpo, los canutillos o la carolina son el broche perfecto a cualquier ruta gastronómica por Bilbao.

Para los más golosos, recomendamos encarecidamente realizar una visita a Martina de Zuricalday, la pastelería artesanal más antigua de Euskadi. ¡Llevan endulzando la vida de los vascos desde 1830! Desde entonces, este coqueto local ha conseguido un lugar irremplazable en la lista de obligada parada al llegar a Bilbao. Sobre todo para probar los inigualables bollos de mantequilla.