Naturaleza, historia y gastronomía: Descubre lo mejor de Extremadura

Pensar en Extremadura es pensar directamente en las huellas romanas, judías, árabes y cristianas presentes en ciudades tan conocidas como Mérida, Trujillo o Cáceres. Pero también es rememorar los bellos paisajes de los cerezos en flor del Valle del Jerte, los parajes incomparables de la dehesa extremeña o en las imponentes rocas de Monfragüe.
Si queréis descubrir lo mejor de Extremadura, os invitamos a seguir leyendo y no perderos ni un detalle de todo lo que esta Comunidad os ofrece. ¡Turismo para todos los gustos!
Viajar en el tiempo visitando Cáceres
Cáceres es una de las ciudades más bellas no solo de Extremadura, si no de España. Y no lo decimos solo nosotros. Lo certifica la declaración de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986, y la distinción concedida por el Consejo de Europa en 1968 como el tercer conjunto monumental de Europa. Cáceres y su precioso casco antiguo es un imprescindible para comenzar a descubrir la comunidad autónoma.
Pasear por el casco antiguo de Cáceres es realizar un viaje en el tiempo, pues las huellas de romanos, musulmanes, judíos y cristianos están presentes en cada uno de sus rincones. El conjunto arquitectónico de la ciudad está formado por edificios construidos entre los siglos XIV y XVIII. Sin embargo, para empezar a recorrer la localidad os aconsejamos comenzar por la emblemática Plaza Mayor, epicentro y punto de partida para recorrer todo el casco viejo.

En la plaza encontraréis la Torre de Bujaco, el Arco de la Estrella y el Ayuntamiento. ¿Sabíais que es una de las plazas más grandes de España? Desde aquí, podréis acercaros a la Plaza de Santa María, cuya iglesia homónima fue la primera en construirse tras la Reconquista. ¡Os dijimos que era viajar por la historia!
Además, el Barrio Judío de Cáceres, dividido en la Nueva y la Vieja Judería, os espera con numerosas callejuelas, la antigua sinagoga, la Ermita de San Antonio, el Arco del Cristo, la Torre de los Pozos o el Olivar de la Judería. Si os apetece indagar y descubrir al completo este barrio, el free tour por la judería de Cáceres es perfecto para ello.
Para completar cualquier ruta por Cáceres, es fundamental acercarse al Palacio de las Veletas, conocido también como la Casa de los Aljibes. Este palacio es el Museo Provincial de Cáceres y cuenta con el privilegio de tener uno de los aljibes árabes mejor conservados del mundo.
Siglos de historia en la ciudad fronteriza de Badajoz
A orillas del río Guadiana, la visita a la ciudad de Badajoz siempre sorprende. Ya sea por su atractiva oferta cultural, gastronómica o de servicios. Fundada en el 875 por Ibn Marwan sobre un asentamiento visigodo, el recorrido a la ciudad se puede iniciar por la singular Plaza Alta y desde ahí, acceder a la Alcazaba.
Construida en el siglo XII, es una de las más grandes de su tipo en la Península. Fue morada de los reyes de la taifa y la defensa que convirtió a Badajoz en una plaza estratégica para controlar las fronteras a lo largo de la historia. Desde sus murallas se disfruta de unas vistas increíbles sobre el Guadiana que se extienden hacia el casco urbano y llega a tierra portuguesas.

Mientras se disfruta de un paseo por las pintorescas callejuelas del centro, os encontraréis con un sinfín de plazas y plazuelas, entre las que destaca la Plaza de la Soledad, donde se custodia la patrona de la ciudad. A pocos metros se ubica el edificio modernista de Las Tres Campanas. En la cercana Plaza de España se puede visitar la Catedral de San Juan, construida a principios del siglo XII y donde destaca su imponente torre campanario.
Por último, nadie se puede ir de Badajoz sin visitar la cara más actual de la ciudad: la arquitectura contemporánea del Palacio de Congresos, elegido por el MOMA como uno de los edificios más representativos de la arquitectura de nuestro país.
Mérida, uno de los vestigios romanos mejor conservados de España
Sin duda alguna, Mérida es una de las ciudades más importantes de Extremadura. Fundada en el 25 a.C. por Augusto al finalizar su campaña en Hispania bajo el nombre de Emérita Augusta, fue la capital de la provincia romana de Lusitana y se convirtió en una de las ciudades más destacadas del Imperio Romano en la península. A pesar de su antigüedad, los restos romanos que encontramos en Mérida están muy bien conservados.

Para empezar, es indispensable acceder al enorme recinto que alberga el Teatro y el Anfiteatro romano. Visitar el Anfiteatro es rememorar los combates de gladiadores celebrados en la época, y conocer el Teatro Romano es remontarse a las representaciones teatrales de las que disfrutaban los romanos. No obstante, este teatro sigue funcionante después de 2000 años de historia, acogiendo el Festival Internacional de Teatro Clásico durante todos los veranos.
Uno de los edificios más majestuosos de la Mérida romana que se mantienen prácticamente intacto es el Templo Romano de Diana, de carácter religioso, y que junto con el Pórtico del Foro forman parte de los vestigios del foro romano de Mérida. Además, el Arco de Trajano o el Acueducto de los Milagros completan una impresionante ruta por la Mérida romana, la cual podréis realizar con el tour de Mérida al completo con entradas.
Monasterio de Guadalupe, centro de peregrinaje incomparable
Dentro de la comunidad, las leyendas relacionadas con la religión tienen una gran cabida, por lo que este santuario Patrimonio de la Humanidad es un lugar que visitar sí o sí. Cuenta la leyenda que la Virgen María se le apareció a un pastor, pidiéndole que se edificara una pequeña ermita en su honor. Y así fue.
El conjunto monacal, de estilo gótico-mudéjar y flanqueado por ocho imponentes torres, consta de cuatro partes: el templo-basílica, el edificio del auditórium, el claustro mudéjar y el claustro gótico. No obstante, una de sus grandes joyas la encontramos cuando admiramos el retablo del altar mayor, realizado al completo en madera y de una belleza inexplicable.

Aprovechando la estancia en Guadalupe, os aconsejamos realizar una visita guiada por la localidad y descubrir la belleza de su casco antiguo. ¿Sabíais que posee una estrecha relación con Cristóbal Colón? ¿O que en la sacristía del monasterio se exhibe una impresionante colección de pinturas de Zurbarán? ¡Las sorpresas de Guadalupe son infinitas!
Monasterio de San Jerónimo de Yuste y Carlos V, una misma historia
Y desde el Monasterio de Guadalupe viajamos hasta el Monasterio de San Jerónimo de Yuste, famoso por haber sido el lugar escogido por el emperador Carlos V como su última morada. Fundado en el siglo XV y enclavado en un entorno privilegiado como es la comarca de La Vera, el Monasterio cuenta con un claustro gótico y otro renacentista, además de un Cuarto Real construido bajo las órdenes del Emperador para vivir sus últimos días y, posteriormente, ser sepultado tras su muerte.

Si visitáis el Monasterio de San Jerónimo, además, podréis conocer la iglesia gótica en cuyo interior se encuentra un retablo de Juan de Herrera y un coro gótico tallado de un valor incalculable. Debemos recordar que el Monasterio de San Jerónimo se encuentra en la bella localidad de Cuacos de Yuste, considerado por muchos como uno de los pueblos más bonitos que ver en Extremadura.
El importante legado religioso de Plasencia
Regresamos al legado romano y árabe de Extremadura visitando Plasencia, una localidad de una gran importancia estratégica dentro de la Ruta de la Plata y que no fue reconquistada hasta el siglo XII por Alfonso VIII. Situada a orillas del río Jerte, la localidad posee dos catedrales, una pegada a la otra y razón por la cual se conoce como la catedral híbrida de Plasencia.

Cualquier visita a Plasencia debería incluir el Palacio Episcopal y el Palacio del Marqués de Mirabel, construido junto a la iglesia y convento de Santo Domingo. Así mismo, pasear por la Plaza Mayor y admirar las casas señoriales o explorar el barrio judío de Plasencia se convertirán automáticamente en el broche de oro a la visita por la localidad. ¿Qué os parece realizar una visita guiada por Plasencia para no dejaros nada en el tintero?
Trujillo: cuna de descubridores y escenario de series
Para terminar nuestra particular ruta por los cascos urbanos imprescindibles de Extremadura, nos acercamos a Trujillo, localidad cacereña famosa por ser la villa natal de Francisco Pizarro. No obstante, la fama de Trujillo no solo se debe a su inclusión en la Ruta de los Descubridores, sino que el importante conjunto de iglesias, castillos y casonas solariegas que se reparten en torno a su imponente Plaza Mayor ha hecho que fuera declarado Bien de Interés Cultural.

Si os acercáis a Trujillo, todas las direcciones os llevarán a su Plaza Mayor y a fijaros en la gran estatua ecuestre realizada en bronce en honor a Pizarro. A su alrededor encontraréis las iglesias de San Francisco, Santa Clara y San Martín. En las calles aledañas, mientras paseáis tranquilamente, encontraréis el Palacio de los Duques de San Carlos, el Palacio del Marquesado de Piedras Albas o el Palacio de los Marqueses de la Conquista, entre muchas otras casas solariegas.
Para terminar, no nos podemos olvidar del castillo árabe califal que domina la ciudad, construido durante la época de mayor esplendor del Califato de Córdoba. Además, Trujillo ha visto cómo su fama aumentaba en los últimos años tras convertirse en uno de los escenarios de la exitosa serie de HBO Juego de Tronos junto con otros enclaves extremeños como Cáceres o Los Barruecos en Malpartida de Cáceres. Historias para todos los gustos en un mismo día.
Parque Nacional y Reserva de la Biosfera de Monfragüe
Por todos es sabido que la naturaleza que posee Extremadura es una de las más bellas de España. Sin embargo, por si quedaba algún rezagado, os llevamos hasta el Parque Nacional de Monfragüe, uno de los últimos ecosistemas vírgenes de Europa. La confluencia de los ríos Tajo y Tíetar tienen la culpa (y bendita culpa) de originar un paisaje de encinas, alcornoques, suaves montañas y enormes rocas de un valor ecológico incalculable. ¡Es uno de los mejores lugares del país para observar aves!

Sumado al enorme valor natural que posee Monfragüe, el parque cuenta con una serie de restos arqueológicos visitables como el Castillo de Monfragüe, desde donde se puede contemplar una de las mejores panorámicas de toda la zona. Y, para terminar por todo lo alto, os proponemos realizar un paseo en barco por el río Tajo y admirar la Reserva de la Biosfera de Monfragüe desde una perspectiva diferente. ¡No os arrepentiréis!
El otoño en el valle del Jerte y del Ambroz
¿Quién puede hablar de Extremadura sin pensar en los preciosos paisajes del Valle del Jerte? Para observar los famosos cerezos en flor, tenemos que esperar a la primavera, momento en el que estos árboles florecen y forman un espectáculo de la naturaleza de una belleza incomparable.
Pero es en la época otoñal cuando los colores de una belleza sin igual: tonos ocres, rojos, amarillos y verdes tiñen esta comarca del norte extremeño, que se une a un extenso programa turístico desde principios de noviembre hasta mediados de diciembre. Se trata de la celebración de la Otoñada, una fiesta que hace que esta estación del año brille con luz propia a través de la cultura y las tradiciones populares del Valle del Jerte.

El Valle del Jerte, además de cerezos, cuenta con numerosas rutas de senderismo en las que encontraréis profundas gargantas que se abren en los valles de las montañas, produciendo unas cascadas de un abundante caudal y que invitan a un refrescante baño. Las piscinas naturales del río Jerte que encontraréis en el paraje natural de los Pilones, o las diferentes actividades de aventura que se ofrecen a lo largo de todo el Valle del Jerte completan una visita perfecta para realizar en cualquier momento del año.
Por su parte, en el Valle del Ambroz, se celebra el Otoño Mágico, una Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 2017 y que tiene lugar en un valle de frondosos bosques de castaños y robles y de altas montañas que arropan a sus ocho pueblos. En este escenario se desarrolla todo un catálogo de actividades donde el olor a bosque, el sabor a setas y las recetas de toda la vida son protagonistas absolutas.
La gastronomía de Extremadura
No sabemos si vosotros sois iguales, pero nosotros no concebimos conocer un lugar sin probar su gastronomía. Y Extremadura es un lugar perfecto para descubrir a través del paladar. La gastronomía extremeña es una de las más ricas del país gracias a la calidad de sus materias primas. El cerdo ibérico criado en la dehesa extremeña, quesos que quitan el hipo a cualquiera, el pimentón de La Vera, y unos aceites de oliva y unos vinos que no dejan indiferente a nadie son una parte básica de cualquiera de los platos más famosos de la cocina de Extremadura.

La gastronomía de Extremadura se basa en platos sencillos y de carácter rural, pero que ha sabido cruzar fronteras y llegar a los paladares de todo el planeta. Comenzando por el delicioso Jamón Ibérico de Bellota D.O. Dehesa de Extremadura o el Pimentón de la Vera hasta la Torta del Casar y queso de La Serena, entre otros, algunos de los platos más conocidos de esta región son las migas, la chanfaina o la caldereta de cordero.
Para ponerle el toque dulce, las perrunillas, los mantecados, las flores y la técula mécula os dejarán uno de los mejores recuerdos por vuestro paso por Extremadura. En muchos restaurantes se rinde culto a los ingredientes locales, tanto sin renunciar un ápice a la tradición o innovando con recetas muy creativas. ¿Os apetece conocer los llamados “templos gastronómicos” extremeños? esta guía reúne una selección de establecimientos que han sido reconocidos por publicaciones tan prestigiosas como las guías Michelin y Repsol o que son restaurantes singulares.