Ruta de Carlos V por España

La ruta de Carlos V por España engloba los municipios y localizaciones que recorrió el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en su último desembarco en territorio hispánico. Este viaje duró más de cinco meses y pasó por lugares de gran encanto y belleza.
Para conocer dónde pasó sus últimos días «el César» y algunos datos curiosos de este miembro de la estirpe de Juana «la Loca» y los Reyes Católicos, no dejéis de leer. ¡En Civitatis os lo contamos todo!
Cantabria y País Vasco, entre mar y montaña

El 28 de septiembre de 1556, Carlos V desembarca en Laredo, donde permanece durante siete días. En esta localidad cántabra, cada tercer fin de semana de septiembre se celebra una recreación del último desembarco del rey, y la villa se transforma en un auténtico poblado medieval.
El viaje continúa por la cuenca del Asón, donde nace el río del mismo nombre en forma de una caudalosa catarata de 70 metros de altura. Si decidís realizar la ruta regia, este punto es indispensable. El tour real prosigue por el puerto de Los Tornos, una zona montañosa que limita con la provincia de Burgos.

También recorre algunos lugares como Colindres, Limpias, Ampuero, Rasines y Ramales de la Victoria. Después llega a Lanestosa, una población vizcaína donde pernoctó el monarca. En la calle Real del municipio se puede observar una placa conmemorativa que certifica que la ruta de Carlos V por España pasó por este enclave.
Al más puro estilo medieval en Castilla y León
La ruta de Carlos V por España avanza por tierras castellanoleonesas, por donde estuvo viajando durante nada más y nada menos que un mes y tres días.
Uno de los puntos más relevantes del viaje fue Medina de Pomar, donde actualmente se celebra otra festividad cada tercer fin de semana de octubre, en el que la localidad se transforma en un ir y venir de gentes disfrazadas con ropajes medievales y puestos de artesanías y gastronomía.

Pasó por otros pueblos como Venta de Baños, Cabezón de Pisuerga o Peñaranda de Bracamonte. Además, pernoctó en El Barco de Ávila, villa a la que concedió un Fuero que establecía la libertad de culto y los derechos y deberes de los habitantes. Se cree que este documento fue llevado a Francia y que podría estar en la actualidad en el interior de la Universidad de Toulouse. ¿Será cierto?
Recorriendo el norte de Cáceres
Ya entrando en Extremadura, la región donde pasaría sus últimos días de vida, dijo el monarca: “Ya no franquearé otro puerto sino el de la muerte. Y no es mucho que tierra tan buena y sana como la de Yuste cueste cara de alcanzar.”

La ruta de Carlos V por España finaliza en el norte de la provincia de Cáceres, un territorio mágico repleto de densos bosques de robles, abruptos caminos de montaña y riachuelos que bañan el paraje. Pasó por Tornavacas, que limita con Ávila y es el lugar donde nace el río Jerte. La ruta avanza hasta Jarandilla de la Vera y su castillo del siglo XIII, y luego llega a Aldeanueva de la Vera para, finalmente, acabar alcanzando el Monasterio de Yuste.
Para rememorar el último tramo de la ruta de Carlos V se celebra un recorrido muy especial a principios de febrero, que va desde el Parador de Jarandilla hasta Cuacos de Yuste. En esta festividad se unen gastronomía, eventos musicales y actuaciones de teatro que recuerdan cómo fue el viaje del emperador.
Monasterio de Yuste

En la ruta de Carlos V por España, el punto principal es el Monasterio de Yuste, un cenobio con vestigios del siglo XV que fue construido por iniciativa de varios vecinos veratos. Con la llegada del emperador se comenzaron varias obras de ampliación y se hizo una vivienda anexa para que el rey tuviera todas las comodidades, incluso tenía un acceso al coro de la iglesia desde su habitación para asistir a los eventos eclesiásticos.
La abadía de Yuste está claramente diferenciada en dos: una parte de convento y otras de vivienda. La parte religiosa está formada por una iglesia, un claustro gótico y otro renacentista. la zona residencial cuenta con una alcoba, una antecámara, miradores, comedor, sala de audiencias y mobiliario regio. Con la excursión al Monasterio de Yuste podréis ver la silla transportadora que se realizó explícitamente para transportar al rey, debido a que su enfermedad de gota no le permitía desplazarse con facilidad.

Si visitáis este bucólico lugar, no podéis perderos el Cementerio Alemán que está situado en las proximidades del convento. Este curioso enclave posee sepulturas de marinos, soldados y aviadores alemanes caídos en la Primera Guerra Mundial y en la Segunda Guerra Mundial. Todas las tumbas son de cruces de granito oscuro y llaman la atención ocho lápidas con la inscripción “Ein Unbekannter Deutscher Soldat”, pertenecientes a ocho soldados con identidad desconocida. Sin duda, la ruta de Carlos V por España alberga rincones de lo más peculiares.