
Tour de 8 días en tren por Praga, Viena y Budapest
¿Queréis recorrer el antiguo Imperio Austro-Húngaro? Partiremos desde la capital checa para emprender un tour de 8 días en tren por Praga, Viena y Budapest.
La República Checa está repleta de paisajes encantadores y pueblos de cuento. Su capital es Praga, que está considerada una de las ciudades más bonitas del mundo. El puente de Carlos, el castillo y el Reloj Astronómico son imprescindibles de este destino, pero hay mucho más por descubrir. Más allá de la capital, el pueblo de Český Krumlov sorprende con su casco medieval, Karlovy Vary es perfecta para relajarse en sus balnearios y Kutná Hora impacta con el osario de Sedlec. Además, la región conocida como la Suiza Bohemia ofrece parajes naturales únicos.
Entre las actividades que hacer en la República Checa podemos recomendar un crucero con cena por el río Moldava, un tour de cerveza por Praga o un espectáculo de teatro negro, donde las luces y las sombras juegan un papel fundamental. Para los amantes de la aventura, una ruta de senderismo en la Suiza Bohemia o un recorrido en bicicleta por los campos checos son planes ideales. Cultura, naturaleza y tradición fusionados en un mismo destino.
Visitar un campo de concentración no es lo más habitual pero, cualquiera que lo haya hecho, sabe que su interés histórico está fuera de toda duda.
En esta excursión a Karlovy Vary visitaremos la joya de la Bohemia Occidental, una ciudad balneario mundialmente conocida por sus fuentes de aguas minerales.
Con un castillo de Cuento de Hadas, Český Krumlov está catalogada como una de las ciudades más bonitas de la República Checa y es un símbolo del país.
Las ciudades con río hay que conocerlas desde el propio río. El paseo en barco por el Moldava os dará una visión distinta de Praga y de sus monumentos.
Conocida como la Florencia del Elba por su similitud con la capital de la Toscana, Dresde es una de las ciudades más bellas y visitadas de Alemania.
El Tesoro del País es como definen Kutná Hora los habitantes de República Checa. Conoced el pasado de esta ciudad que fue rival económico de Praga.
Recorred la capital checa en un barco con techo de cristal. Durante la travesía disfrutaréis de una cena mientras contempláis los monumentos de Praga.
En esta cena con espectáculo folclórico y barra libre viviréis una noche diferente en Praga disfrutando de la música en directo y de un menú de 4 platos.
¿Queréis descubrir la gran joya de la capital checa? Podéis visitarla por libre reservando la entrada al castillo de Praga. ¡Incluye una audioguía en español!
Con vuestra entrada al Museo de las Ilusiones de Praga disfrutaréis de increíbles juegos ópticos mientras os divertís y hacéis fotos imposibles. ¡A posar!
La República Checa destaca por tener un marcado clima continental, con inviernos fríos, con temperaturas medias que oscilen de los 0 a los -5 grados centígrados, y veranos cálidos, con termómetros marcando entre 20 y 30 grados generalmente. La primavera y el otoño son templados, por lo que son las épocas más recomendadas para viajar, aunque cualquier momento del año es bueno para contagiarse de la belleza de este país.
La moneda oficial es la corona checa, aunque en algunas zonas turísticas aceptan euros, especialmente para pagos en efectivo.
Los ciudadanos de la Unión Europea y del Espacio Schengen pueden entrar con DNI, documento nacional de identidad en vigor. Los viajeros de otros países de origen suelen necesitar pasaporte y, en algunos casos, visado. Dado que las normas aduaneras y el control de fronteras puede cambiar, se recomienda consultar esta cuestión con la embajada u oficina consular antes de llegar al país.
Para conocer Praga, 3 o 4 días pueden ser suficientes. Sin embargo, en caso de querer explorar otras ciudades y pueblos como ?eský Krumlov, Karlovy Vary o Brno, se recomienda hospedarse en este país al menos una semana.
Hay infinidad de platos típicos que destacan en la gastronomía checa como el goulash checo, una ternera que se sirve acompañada con una salsa exquisita. En cuanto a sus postres, destaca el trdelník, unos rollitos de canela que también se elaboran en otros países cercanos como Eslovaquia o Hungría. Tampoco puede faltar la famosa cerveza checa, considerada una de las mejores del mundo.