Viajes para paladares exquisitos

Comer es un placer. Viajar también. Cuando ambos se unen la experiencia es sencillamente inigualable. Por eso te proponemos esta semana unos riquísimos destinos gastronómicos donde tu paladar disfrutará de sabores únicos y deliciosos. Tapas españolas, chocolate belga, pasta italiana, burritos mexicanos… ¿Se te hace la boca agua? Pues espera a ver el menú que te hemos preparado. ¡Bon appetit et bon voyage!

Madrid

La capital española es un destino gastronómico de primer orden. En Madrid podéis encontrar restaurantes especializados de todas las regiones españolas: asadores vascos, arrocerías valencianas, pulperías gallegas, mesones castellanos, etc. La cocina castiza ocupa también un lugar destacado. Sus productos estrella son los callos o el famoso cocido madrileño, pero no los únicos. Los postres tampoco se quedan atrás. Y si no que se lo pregunten a aquellos que por San Isidro prueban las rosquillas tontas y listas: ¡Siempre repiten!

Si deseáis conocer todos los placeres culinarios que os ofrece la Villa y Corte, un tour gastronómico por Madrid es un plan perfecto.

Bruselas

En onzas, en tabletas, en bombones… y a ti, ¿Cómo te gusta saborear el chocolate belga? El cacao no puede faltar en los postres de este país, que ha hecho de los pralinés y los mendiants todo un símbolo de su ya de por sí deliciosa repostería. Estos productos se vuelven irresistibles cuando se exponen en los escaparates de las bombonerías y chocolaterías de Bruselas. ¡Hay que darse prisa en comprarlos porque si no vuelan! Sus numerosas texturas, formas y variedades hacen muy difícil el resistirse a estos pequeños pecados achocolatados.

Si queréis descubrir cuáles son las confiterías más famosas de la capital belga, el tour del chocolate por Bruselas os acercará hasta ellas para que podáis degustar sus riquísimos productos.

Florencia

Si pensabais que la cocina italiana se limita únicamente a pasta y pizza debéis saber que no es así. El país transalpino también cuenta con exquisitas recetas como la caponata siciliana, elaborada a base de verduras estofadas. Tampoco podemos olvidarnos de los conocidos gelattos italianos. Estos helados suponen el perfecto broche de oro a una comida que se puede completar además con unos vinos de Chianti. Los productos italianos están muy ligados al Mediterráneo, por lo que su excelente clima da como resultado unos ingredientes frescos que permiten cocinar innumerables platos.

Si visitáis Florencia y deseáis aprender algo más sobre su gastronomía, una clase de cocina toscana os enseñará los mejores trucos para sorprender a vuestros invitados.

París

La capital francesa no solo es la “ciudad del amor” o la “ciudad de la luz”. También es reconocida como “la ciudad del gourmet” por sus numerosos restaurantes, bistrós, cafeterías, etc. París atesora asimismo un buen puñado de estrellas Michelin, “los premios Oscars de la gastronomía”. La cocina francesa cuenta así con un amplio reconocimiento internacional que anima a muchos chefs de todo el mundo a viajar a Francia para aprender a preparar platos como el ratatouille, las fondues o las raclettes. Si además añadimos postres como los macarons o los crêpes tenemos un suculento menú.

Si queréis disfrutar de una experiencia gastronómica inolvidable en París, o recomendamos realizar un romántico crucero por el Sena con cena gourmet.

Cuenca

La ciudad de Cuenca suma a su conjunto monumental Patrimonio de la Humanidad otro gran atractivo: su variada oferta gastronómica. Su plato estrella son los zarajos, cuyo ingrediente principal es la carne de cordero. De postre, no puede faltar un buen alajú, una especie de hojaldre basado en una antigua receta árabe. Los morteruelos, los quesos y los vinos tampoco pueden faltar en toda muestra de la cocina típica de la zona. El Parador de Cuenca ofrece en su restaurante una destacada muestra de estos platos, al igual que los restaurantes situados en la Plaza Mayor y aledaños.

Una ruta gastronómica por la provincia de Cuenca os descubrirá los suculentos manjares conquenses.

Ciudad de México

Muchos dibujos animados y películas nos han transmitido la idea (falsa) de que todos los platos de la cocina mexicana arden en la boca como fuego. Lo cierto es que hay recetas para todos los gustos, con y sin ingredientes picantes. Productos tan populares como los burritos o las quesadillas tienen mil y una forma de cocinarse. Lo mismo ocurre con otros platos menos conocidos como los tamales, una especie de “rollitos de primavera” a la mexicana. La gastronomía del país recoge además las influencias azteca, maya e hispana, las cuales dan como resultado excelentes comidas milenarias.

Un tour gastronómico por la Ciudad de México os introducirá de lleno en los sabores del país. Algunos de ellos son muy diferentes a los que estamos acostumbrados en Europa.

Ya habéis podido comprobar las variedades gastronómicas que se pueden descubrir por el mundo. ¡Ahora solo falta preparar la maleta e ir abriendo el apetito!