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Los 20 museos más importantes del mundo

Una mujer toma una fotografía en la sala de un museo
Descubrimos los 20 museos más importantes del mundo, galerías que nos llevarán a un viaje contemplativo del arte, la historia y la cultura.
9 julio 2025

¿Os habéis preguntado cuáles son los museos más importantes del mundo y qué maravillas albergan? Aquí os presentamos 20 centros expositivos que atesoran creaciones e historia que han dado forma a la humanidad. En esta lista encontraréis los museos más visitados del mundo, lugares muy relevantes por su conexión profunda con otras épocas y culturas.  

Al cruzar sus puertas o leer sobre ellos, os encontraréis ante siglos de belleza y memoria reunidos en un solo espacio. Cada sala y objeto guarda una voz del pasado que espera ser escuchada. Sin duda, cada uno constituye una conexión con algo más grande que nos sumerge en la cultura del país por el que estamos viajando.

1. Museo del Louvre

Si estáis de vacaciones en París, tenéis una cita ineludible con uno de los mejores museos del mundo: el Museo del Louvre. Este espacio cultural no solo es uno de los íconos de la capital de Francia, sino también el museo más visitado del planeta, con más de ocho millones de personas recorriendo sus salas cada año.  

Instalado en un antiguo palacio real del siglo XII y transformado en museo en el año 1793 tras la Revolución Francesa, el Louvre atesora una colección colosal de más de 500 mil obras de arte. Una visita guiada por el Museo del Louvre os permitirá maravillaros ante joyas universales como la Mona Lisa, la escultura de Venus de Milo, el Código de Hammurabi, la Victoria de Samotracia o los relieves asirios del palacio de Sargón II. ¡Alucinante! 

Panorámica del Museo del Louve, donde se aprecia la plaza y varias personas caminando
Panorámica del Museo del Louve, uno de los más importantes del mundo

2. Museos Vaticanos

En vuestro itinerario de viaje por Roma, los Museos Vaticanos constituyen una parada obligatoria. Y es que es considerado uno de los museos más importantes del mundo, ya que alberga arte acumulado por los Papas durante siglos. Desde clásicas esculturas hasta pinturas del Renacimiento, cada salón transporta al corazón de la espiritualidad occidental.  

Durante una visita guiada por los Museos Vaticanos y Capilla Sixtina, es posible recorrer la Galería de los Candelabros, repleta de piezas romanas; la Galería de los Mapas, decorada con representaciones cartográficas del siglo XVI; y la Galería de los Tapices, cuyas obras flamencas parecen cobrar vida. También podréis explorar el elegante Patio del Belvedere, uno de los rincones más antiguos del complejo. Por su parte, en la Capilla Sixtina se contemplan los frescos de Miguel Ángel, especialmente el Juicio Final, que cubre toda la pared del Altar.  

3. Museo Británico

El Museo Británico de Londres, fundado en 1753 gracias a la colección del médico y naturalista Sir Hans Sloane, se posiciona como uno de los museos más importantes del mundo. Esto es gracias la exposición de más de ocho millones de objetos que narran la historia de la humanidad. En una visita guiada por el Museo Británico es posible recorrer las salas que presentan herramientas desde la Edad Media hasta exquisitas obras del Renacimiento.  

Uno de los rincones más especiales es la Galería del Antiguo Egipto. Allí, todo visitante se encuentra cara a cara con la emblemática Piedra Rosetta, clave para descifrar los jeroglíficos. También se puede contemplar a Ginger, la momia más antigua del recinto, con más de cinco mil años. Otros tesoros que alberga el museo son los frisos del Partenón, el casco de Sutton Hoo, una joya de la arqueología anglosajona, o el Tesoro de Oxus, que revela el esplendor del arte persa.  

Si os preguntáis qué otros museos podéis visitar en Londres, os dejamos el post qué ver en Londres. Estamos seguros de que os resultará de lo más útil para planificar vuestro paso por esta fascinante ciudad.  

Monumento de las Nereidas, en el Museo Británico iluminado con luz tenue
Monumento de las Nereidas, en el Museo Británico

4. Galería Nacional de Londres

Levantada frente a Trafalgar Square, la Galería Nacional de Londres es un íntimo viaje por la historia del arte occidental. Y es que esta prestigiosa galería nació con el objetivo de acercar el arte al pueblo británico en 1824. En la actualidad, expone más de 2300 obras que abarcan desde el siglo XIII hasta el siglo XX. Entre sus salas resplandecen los nombres de ilustres artistas como Van Gogh, Da Vinci, Velázquez, Rembrandt o Boticelli, solo por mencionar algunos.  

Además de su colección permanente, el centro organiza exposiciones temporales y actividades educativas que enriquecen la experiencia cultural de todo visitante. No dejéis de uniros a una visita guiada por la National Gallery. Os resultará idónea para entender la coyuntura, secretos técnicos y simbología de cada lienzo.  

5. MoMa

El Museo de Arte Moderno de Nueva York, más conocido como MoMa, es un verdadero santuario para los amantes del arte contemporáneo. Inaugurado en 1929, esta galería rompió con los esquemas tradiciones al centrarse exclusivamente al arte moderno y vanguardista desde entonces. Ello lo ha convertido en uno de los museos más influyentes del mundo en el arte de nuestros días y la creatividad disruptiva.  

La entrada al MoMa ofrece mucho más que acceso a las creaciones artísticas, se trata más bien de una experiencia alucinante que se vive casi con todos los sentidos. Entre sus muros se encuentran creaciones excéntricas de Warhol, Picasso o Frida Kahlo. Además, quienes deseen aprovechar al máximo el paso por la ciudad pueden decantarse por la tarjeta turística, The New York Pass®. Este billete permite visitar este y otros increíbles atractivos en la ciudad, como el Empire State Building o el Museo del 11-S.  

También podéis echar un vistazo a nuestro catálogo de actividades en Nueva York y llenar vuestro viaje por esta impresionante metrópoli.  

Unos altos edificios vistos desde abajo en un día nublado
Moderna fachada del MoMa, uno de los mejores museos del mundo

6. Museo Metropolitano de Arte de Nueva York

Abrió sus puertas por primera vez en 1872 y desde entonces, el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, o simplemente MET, ha resguardado más de dos millones de obras. Los visitantes que recorren sus salas tienen la oportunidad de maravillarse con sobrecogedoras esculturas griegas. Por ejemplo, el Templo de Dendur, detallados tapices medievales, armaduras japonesas con miles de años y obras maestras de artistas como Monet, Van Gogh o Rembrandt. ¡Es una experiencia profundamente conmovedora! 

Para aprovechar al máximo el tiempo, muchos optan por una visita guiada por el MET, donde se revelan información valiosa y curiosidades de sus piezas más emblemáticas. Es, sin duda, una forma de conectar con el arte desde una mirada más enriquecedora e íntima.  

7. Museo de Historia Natural de Londres

El Museo de Historia Natural de Londres no podía faltar como uno de los museos más importantes del mundo. Y es que, desde el momento en que los visitantes cruzan sus puertas, quedan maravillados por la gran sala central. Allí la bienvenida la da un esqueleto de una ballena azul de 25 metros suspendida del techo. Entre sus más de 80 millones de especímenes destacan los fósiles de dinosaurios, meteoritos milenarios y cristales de alucinante belleza.  

Su icónica arquitectura románica, coronada por torres y columnas esculpidas con animales y plantas, anticipan la grandeza de su interior. Una entrada al Museo de Historia Natural permite explorar las exposiciones interactivas, ideales para grandes y pequeños que combinan educación y diversión.  

Estatua de Charles Darwin, en el Museo de Historia Natural de Londres con escalinatas a los lados
Estatua de Charles Darwin, en el Museo de Historia Natural de Londres

8. Tate Modern

El Museo Nacional de Arte Moderno de Londres, también conocido como Tate Modern, fue fundado en el año 2000 en la antigua central eléctrica de Bankside. Por ello, se caracteriza por su imponente estructura industrial diseñada por Sir Giles Gilbert Scott, que cautiva de inmediato a orillas del río Támesis. Su transformación arquitectónica simboliza perfectamente la unión entre historia y modernidad.  

La Tate está llena de curiosidades, entre ellas destaca su Sala de Turbinas, que en un tiempo alojó la impresionante instalación Weather Project de Olafur Eliasson que simulaba un sol bajo techo. O en el 2012, cuando el artista Damien Hirst instaló una calavera de platino con incrustaciones de diamantes valorada en más de 50 millones de libras. ¡Con ello ya podéis imaginaros la magnitud de este museo! 

9. Museo de Orsay

El Museo de Orsay es una hoya artística en sí misma en el corazón de París. Y es que, además de albergar la mayor colección de arte impresionista del mundo, su espectacular edificio fue una estación ferroviaria construida para la Exposición Universal de 1900. ¡Todo un hito para las artes y el desarrollo de aquel entonces! 

La entrada al Museo de Orsay es un pase de acceso al pasado, donde la arquitectura neoclásica y las colosales bóvedas crean una atmósfera única. Para una experiencia mucho más informativa, una visita guiada por el Museo de Orsay es la indicada para conocer la historia del recinto y los detalles técnicos de cada obra expuesta. Sin duda, pasear por sus salones no solo es un placer visual, sino que también se trata de un encuentro emotivo con el esplendor artístico del París de finales del siglo XIX. 

Panorámica del Museo de Orsay a orillas del río Sena
Panorámica del Museo de Orsay

10. Museo del Prado

El Museo del Prado de Madrid es un icono indiscutible de la cultura española y uno de los museos más importantes del mundo. Fundado durante el reinado del Fernando VII, originalmente fue concebido para atesorar la colección real de pintura y escultura. Desde entonces, ha crecido hasta convertirse en una extraordinaria galería de arte europeo, rica en obras del Siglo de Oro español.  

Entre sus paredes, los visitantes pueden contemplar joyas como Las Meninas de Velázquez, El Jardín de las Delicias de El Bosco y numerosas obras de Goya, El Greco y Rubens. Es posible una inmersión completa en una visita guiada por el Museo del Prado, que proporciona fascinantes historias detrás de las creaciones y el legado de los artistas. Además, es recomendable adquirir la entrada sin colas para aprovechar al máximo el tiempo y evitar esperas innecesarias.  

11. Museo Reina Sofía

El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía constituye uno de los pilares del llamado Triángulo del Arte de Madrid. Su sede principal, un antiguo hospital neoclásico del siglo XVIII restaurado con ascensores de vidrio, abrió sus puertas en 1992 para custodiar el arte del siglo XX. Desde entonces, su colección ofrece un recorrido por el surrealismo, cubismo y la Nueva Figuración. Artistas como Picasso, Miró, Dalí, Juan Gris o Francis Picabia dialogan con piezas de fotografía, cine y performance.  

El corazón del Reina Sofía lo ocupa el Guernica, obra capital que sitúa al visitante frente al horror bélico. La institución complementa su esencia con exposiciones temporales que van desde expresiones latinoamericanas hasta prácticas subversivas, convirtiéndola en un faro para la crítica.  

Para quienes planean su itinerario de viaje con los imprescindibles que ver en Madrid, reservar con antelación la entrada al Museo Reina Sofía es una excelente medida. Ideal para disfrutar cómodamente de un día dedicado al arte.  

Una de las torres de ascensores del Museo Reina Sofía
Una de las torres de ascensores del Museo Reina Sofía

12. Museo Hermitage

El Hermitage es un complejo de Museos en San Petersburgo y está formado por el Palacio de Invierno, el Pequeño Hermitage, el Antiguo Gran Hermitage y el Nuevo Hermitage. Los edificios guardan algunos de los mejores tesoros del arte como cuadros de Rubens, Van Dyck y Rembrandt.  

Se posiciona como uno de los museos más importantes del mundo gracias a su colección de más de tres millones de obras. Además, parte de la experiencia es contemplar sus suntuosas salas, decoradas con opulencia imperial, que enriquecen aún más la visita. El Hermitage sobrevivió la Revolución Rusa, las guerras mundiales y numerosos desafíos políticos, preservando su riqueza cultural para la humanidad.  

13. Museo de la Acrópolis

Situado a los pies del famoso Partenón, el Museo de la Acrópolis es uno de los más importantes de Grecia y del Mundo. Inaugurado en 2009, reemplazó al antiguo museo que ya no podía albergar la gran cantidad de piezas arqueológicas descubiertas en la Acrópolis.  

Todo aquel que obtiene su entrada al Museo de la Acrópolis se sumerge en más de 4000 objetos históricos. Entre ellos destacan escultural del Partenón, fragmentos del friso y antiguas figuras como las Cariátides del Erecteión. Por su parte, quienes se decantan por realizar una visita guiada por la Acrópolis tienen la oportunidad de aprender aún más del contexto de las obras expuestas en el museo.

Ruinas debajo del Museo de la Acrópolis, donde se aprecia un moderno puente
Ruinas debajo del Museo de la Acrópolis

14. Galería Uffizi

En el centro de Florencia, la Galería Ufizzi custodia tesoros que narran los orígenes del Renacimiento florentino. Fundada en 1581 por Francisco I de Médici, surgió como oficina administrativa y gabinete de curiosidades de la familia. Hoy, sus pasillos en forma de U ofrecen un viaje por tres siglos de arte. Por ejemplo, sorprende descubrir que la obra Nacimiento de Venus, la pintura de Botticelli, sobrevivió la Segunda Guerra Mundial escondida en algún rincón de este edificio. También destaca el techo, decorado con más de mil grotescos. ¡Sobrecogedor! 

Una excelente idea es reservar la entrada a la Galería Uffizi sin colas para aprovechar al máximo el tiempo. Quienes prefieren una experiencia con información detallada, eligen unirse a una visita guiada, donde expertos desvelan secretos como el autorretrato oculto de Botticelli o los mensajes ocultos escondidos en la obra Alegoría del Amor de Bronzino.  

15. Gran Museo Egipcio

El Gran Museo Egipto se posiciona como el museo arqueológico más grande del mundo con exposiciones dedicadas a una sola civilización. Y es que su discurso museográfico tiene tres principales ejes temáticos: realeza, sociedad y creencias de la civilización egipcia. Además, históricamente cubre desde el período predinástico hasta la era grecorromana en exhibiciones con pantallas que contextualizan cada hallazgo.  

En sus diversos pabellones descasan alrededor de 50 estatuas faraónicas. Como las nuevas galerías de Tutankamón que deslumbran con más de 5000 piezas reunidas entre joyas de oro macizo, carruajes ceremoniales y místicas sandalias, objeto indiscutible de la indumentaria del rey adolescente. Para conocer en profundidad el relato viviente del pasado de esta civilización, lo mejor es realizar un tour por el Gran Museo Egipcio. Durante el recorrido guiado es posible aprender sobre su arquitectura vanguardista y las joyas que narran, paso a paso, la epopeya de la sociedad que erigió pirámides y alimentó mitos eternos.  

No dejéis de echarle un vistazo al post los imprescindibles de El Cairo, donde encontraréis los 10 lugares que no pueden faltar en vuestro viaje por la capital de Egipto. 

Moderno diseño del Gran Museo Egipcio, donde se aprecian detalles triangulares
Moderno diseño del Gran Museo Egipcio

16. Museo del Palacio de Pekín

El Museo del Palacio de Pekín, late en el centro de la monumental Ciudad Prohibida. Sus techos dorados y muros rojos forman la mayor colección de estructuras de madera antiguas del planeta. Además, su historia es digna de una serie épica. Durante casi 500 años albergó a 24 emperadores de las dinastías Ming y Qing. El emperador Puyi fue quien inició el proyecto del museo, y finalmente en 1925 se abrieron sus puertas.  

En una visita guiada por la Ciudad Prohibida es posible conocer datos tan curiosos del museo y del complejo. Como, por ejemplo, que no hay árboles en el patio exterior porque los emperadores temían que se proyectaran sobre su autoridad. En resumen, el Museo del Palacio de Pekín combina arquitectura imperial, tesoros que abarcan medio mundo y anécdotas que despiertan el asombro desde el minuto uno del recorrido. ¡No olvidéis llevar la cámara cargada al 100% porque cada esquina y sala pide una foto! 

17. Museo de Shanghái

En la céntrica Plaza del Pueblo, se levanta el Museo de Shanghái, un edificio de base cuadrada y cúpula circular. Su estructura evoca un antiguo ding de bronce y en su interior guarda más de un millón de obras del arte chino antiguo. Ello lo hace uno de los museos más importantes del mundo, con galerías que brillan con bronces de la dinastía Shang, tradicionales porcelanas y piedras traslúcidas que casi parecen agua sólida.  

El piso central del museo esconde un mapa del recorrido de la Ruta de la Seda hecho en mármol. Muchos visitantes lo pisan sin saber que están viajando de Chang’an a Roma en un solo paso. Es posible visitar con toda la información relevante, realizando en un tour privado por el Shanghái histórico. ¡Un viaje por la cultura y arte de una de las naciones más grandes del mundo! 

Museo de Shanghái en la Plaza del Pueblo, donde se aprecian jardines
Museo de Shanghái en la Plaza del Pueblo

18. Museo Nacional del Palacio en Taipéi

En una colina al norte de Taipéi se encuentra el Museo Nacional del Palacio. Su fachada blanca y sus tejados de verde imitan en cierta forma a la Ciudad Prohibida, pero en versión compacta y antisísmica. Cada ala de la edificación se amplió varias veces desde su inauguración en 1965 para dar cabida a la marea de arte que llegó a la isla bajo el gobierno del Kuomintang.

Una entrada al Museo Nacional del Palacio es un pase directo a pinturas y caligrafías y más de 700 mil tesoros imperiales distribuidos en cuatro niveles. Además, el museo alberga la biblioteca más antigua del mundo dedicada a pintura de paisaje. Con tanta historia empaquetada en libros y vitrinas de cristal, la experiencia se siente como hojear un cómic épico de la civilización china y su estética.  

19. Museo Nacional de Corea

El Museo Nacional de Corea da la bienvenida a sus visitantes con un edificio que parece flotar sobre un estanque en el parque Yongsan. Su fachada, que combina acero pulido y mármol, es una edificación moderna con grandes ventanales. Hasta ahora constituye el museo más grande de Asia y uno de lo más extensos del mundo.  

Dentro, la aventura en el tiempo inicia en la Prehistoria coreana y avanza hasta el arte contemporáneo asiático. Sus amplias salas exhiben más de 420 mil piezas, aunque una de sus exposiciones rota cada temporada. Entre sus objetos más destacados se encuentra la campana Emile, cuyo eco, según la leyenda, calma a los dragones del río Han. El Salón de la Pagoda, por su parte, protege una torre budista de diez pisos. Como no podía ser de otra manera, hay salas dedicadas a la caligrafía, porcelana Joseaon y biombos con tigres de expresiones exageradas.  

Museo Nacional de Corea, donde se aprecia un edificio rectangular
Museo Nacional de Corea

20. Museo Nacional de Tokio

Además de ser el más grande Japón, el Museo Nacional de Tokio, fue el primero en ser inaugurado en el país en el año 1872. Ello lo convierte en uno de los museos más importantes del mundo, también gracias al legado histórico que resguarda.  Su edificio principal, el Honkan, combina una base neoclásica con un tradicional techo de templo imperial. A un costado, el Hyōkeikan presume cúpulas de cobre verdoso estilo Belle Époque, mientras que la Galería de Tesoros de Hōryū-ji parece un cofre minimalista que flota sobre un espejo de agua. ¡Como un campus museístico! 

Entre sus muros se encuentran unas 120 mil piezas y 89 Tesoros Nacional, casi el 10% del total japonés. Algunas de las que más destacan son las armaduras samurái, espadas legendarias y biombos ornamentados. Los seguidores del manga también tienen cabida. Y es que dentro de sus exposiciones hay rollos ilustrados del siglo XII, considerados los primeros comics del mundo. La mejor forma de recorrer este museo es haciendo una visita guiada. ¡No os la perdáis!

¿Queréis seguir explorando más de la capital nipona? Descubrid templos, actividades y rincones gastronómicos en nuestro artículo sobre iconos que hay que ver en Tokio. ¡Lo mejor para organizar el itinerario! 

Museo Nacional de Tokio, donde se aprecia su edificación histórica y su entrada
Museo Nacional de Tokio, el más grande de Japón

Como veis, explorar los museos más importantes del mundo es mucho más que una actividad cultural. Se trata también de un viaje en el tiempo y fronteras sin moverse del lugar. Cada sala, obra y detalle conecta con las emociones, ideales e idiosincrasia de distintas épocas y civilizaciones. Caminar por sus pasillos significa ampliar la mirada y descubrir lo que nos hace humanos. ¡Esa sensación de asombro que se experimenta frente a una obra maestra es difícil de olvidar! 

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